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 Tus escritos: Sobre la vocación.- Lizzy Babieca

050. Proselitismo, vocación
lizzy :

Sobre la vocación
Lizzy Babieca, 22/08/2014

El domingo fui liberada de la tarea de cocinar, pues mi marido se ofreció a ir por un pollo y papas fritas. ¿Me da un poco de remordimiento darle chatarra a los niños? Sí, pero se me pasa luego, es un solo día en la semana, me repito, tratando de convencerme a mí misma, mientras dispongo los platos ya servidos, frente a mis tres ansiosos angelitos: Atila (5 años), Bellaquín(4) y Chuqui(2). De pronto veo que Bellaquín se detiene antes de dar el primer bocado, con el tenedor al aire, el cejo fruncido y cierto aire de preocupación: "mamá, ¿de dónde nos viene ser egoístas?", me espeta. Se me atragantó el pedazo de pollo que me había robado, subrepticiamente, del plato de Chuqui...



-Ser egoísta tiene que ver con una decisión que tomas frente a otro -respiré. Cuando otro quiere tus juguetes, tú tienes dos opciones: o piensas solo en ti, en que tú quieres jugar, o piensas en lo que el otro quiere o necesita.

-Ayer cuando peleamos por el Ipad, estábamos siendo egoístas -terció Atila. Y reflexionando un poco más, exclamó: entonces el otro que necesita es Bellaquín...

Y se quedaron sumidos cada cual en sus cavilaciones, unos breves momentos, brevísimos, pues al rato se estaban riendo y tirando el kétchup, las papas, el jugo, y el resto del pollo por la cabeza.

Yo me quedé pensando en lo que me dijo Bellaquín, y me fijé más que en el contenido, en la forma de plantearme su inquietud: de dónde nos viene ser egoístas, como queriendo significar que el egoísmo nos vendría del alguna parte. Me acordé de San Agustín y sus Confesiones, cuando explica que la razón por la cual él de pequeño insistía en mamar, era el pecado original. Es decir, algo de alguna manera externo a uno, ajeno, y hasta cierto punto, invencible. Como la vocación.

Exactamente como la vocación, pensé, mientras limpiaba el desastre post-almuerzo. Una llamada de afuera, que no se puede dejar de oír. Que se hace patente en el alma, nos moviliza y que se concreta en el sí. Y me pregunté por qué pité y si fui auténticamente libre al hacerlo, o fue simplemente algo "me vino", como diría Bellaquín, que en su forma de ver el mundo está aprendiendo que él es también un agente activo, no solo pasivo. En algún momento señaló Carmen Charo -que estaba muy triste porque no le contestó nadie su petición de ayuda a un tercero- que nos une acá el tener un montón de carencias y el haber caído en el mismo agujero oscuro. Y por supuesto que tenemos todos un montón de carencias, que no es aquello ni amago de insulto sino verdad, que somos todos un puntito minúsculo en el universo mundo. (Que si no me crees, pues párate cerca de Saturno y mira la tierra desde allí: somos ese puntito celeste iluminado por un rayo de sol, como se ve en la foto de abajo). Como decía, que estamos llenos de carencias, siendo la más notable, por la edad en que casi todos pitamos, la necesidad de trascender y de pertenecer. Mientras más grande el ideal, mas fácil era que nos pescaran. Algunos, pues hasta que iban y se apuntaban solitos.

Pues que el opus llenaba esas carencias, esa necesidad de ideales grandes y nobles, por los cuales valía la pena entregarlo todo. Así lo viví yo y creo que casi todos, que nadie se apuntó para ser delincuente o tenerla fácil. Como tampoco nadie se apuntó para ser infeliz o amargado. Pité libremente, lo sé, teniendo tiempo para discernir y sabiendo a lo que iba. Como en el caso del egoísmo, la vocación se trata de una elección. Uno elige ser egoísta o generoso en un contexto específico y allá uno con las consecuencias de los propios actos. Lo mismo la vocación al opus: uno elige si pita o no, y ya nos haremos cargo de las consecuencias... el GRAN PERO a tanta maravilla libérrima, es que nos ocultaron información relevante, dizque plano inclinado y falsa prudencia. Información que de haberla tenido en el período de "discernimiento" -qué manera de hacernos perder el tiempo permitiéndonos creer que éramos nosotros quienes elegíamos- resulta fundamental, pues se trata del 90% del camino y del compromiso que se estaba adquiriendo.

Yo me he preguntado por qué tanta barbaridad con el proselitismo, cuál es el fondo de provocar "crisis de vocación" en niñitas/tos, manipulando sus sentimientos, amenazándolos sutilmente con castigos eternos, mostrando la vida opus maquillada y ocultándoles información, solo para que les despiten a los 5, 10 o 20 años después... y la respuesta es que si no logran hacer que piten sus amigos/as, cómo matan el tiempo los/as pobres de adentro. Que han renunciado a sus familias, a las que tenían, a las que pudieron tener, por hacer el opus, sea lo que sea que aquello signifique. Que la única manera de sobrevivir adentro y hacer la vida llevadera es haciendo nuevas promesas, aquel primor de chica o chico en el que uno se ve reflejado y que pita. Uno siente que todo ha valido la pena cuando pita el o la amigo/a, y vamos, aguantamos otro año.

Los mecanismos de esta farsa los conoce el opus muy bien. Los resortes psicológicos de las mentadas "crisis vocacionales" (manipulaciones vocacionales), están documentadas, lo mismo que los criterios que reglan los procesos de despite. Una puerta giratoria de las vocaciones opus querida y consentida, que así podemos seguir hasta el fin de los tiempos. Podemos contar -deben pensar los directores- con que muchos llegaran a viejos antes de que puedan irse, y morirán en casa, dando buen ejemplo. Lo siento, pero no se ve que esto vaya a cambiar, que sería el fin del opus.

Imagínese usted que haya tenido oportunidad de saber todo lo que sabe ahora sobre la institución, como tantos afortunados que si pueden enterarse gracias a esta página. ¿Habría pitado? Creo que si me hubiesen transparentado solo el tema del apostolado de amistad y confidencia -que de cien personas solo estamos autorizados a tratar a las pitables (unas 4 o 5), y solo hasta que estas piten- pues que no habría pitado, pese a mi entusiasmo. Aquello habría condicionado todas mis relaciones de familia y amistad, actuales y futuras, una auténtica soga al cuello, si pensamos que no iba a tener familia propia. Habría dado un paso al costado y me habría hecho cooperadora, creo, si hubiesen tenido la decencia de explicarme bien aquello del apostolado y del proselitismo, que de verdad me hicieron creer que se trataba de algo más universal. Que no, que ni en teoría ni en práctica el opus es universal. Tener presencia en todo el mundo y vocaciones de distintas razas no lo hace universales. Que no, aunque ellos crean que sí.

El maquillaje, oscurecimiento y ocultamiento de la verdad, hace que la vocación al opus no sea más que un embaucamiento sofisticado, pues uno no estuvo en posición de responder a la llamada de manera libre, por falta de información relevante. Quizá en la admisión, en la oblación y en las sucesivas renovaciones antes de la fidelidad, sí, pero esa información nueva no podía integrarse, pues a uno le explicaban que la entrega ya se había hecho efectiva en el pitaje, de modo que no podías cuestionarse nada después de eso. Así de claro te lo decían. En cambio ellos sí que podían cuestionarlo a uno. Semana a semana, mes a mes, año a año. Uno ni se entera.

De esta manera, te falsifican la razón misma por la que estás ahí, pues pitaste por razones "x" a una institución que no es lo que creías que era, y de la cual ya no te puedes salir, pues afuera te espera el rejalgar. PLOP! Estos entuertos y malos entendidos vocacionales se solucionan fácil: explicando muy claramente a los que pitan que los primeros cinco años es para que se piensen si quieren o no vivir de esa manera, en ese camino. Eso es lo que el opus le vende a la Iglesia, pues que debieran cumplirlo. Que ya sabemos que no lo harán, pues tendrían que explicar mucho a las vocaciones en esos 5 años. Qué va. Muy ineficiente aquello de andar explicándolo todo, que acá es obedecer o marcharse, pues.

Si existiera el mínimo respeto por las personas, por su libertad y no mero oportunismo apostólico, que sí podríamos hablar de vocación auténtica. Con todos los antecedentes sobre la mesa, el opus no produciría estas hordas de ex, desengañados y furiosos algunos, apenados y hechos bolsa, otros. Y es que la falta de respeto y la tomadura de pelo es enorme, colosal. Pasa en las mejores instituciones, que te venden algo y el producto sale malo, no cumpliendo la promesa hecha en la venta. Okey. Se entiende. Errar es humano. Que nos embaucaron con unos pocos pesos (dólares, euros), no con el proyecto de vida, los ideales, el alma; que nos rompieron una ilusioncilla pequeña -que con la crema Flifli quedaras flafla y quedas igual-, no las más sagradas, y en nombre de "dios". Que nos prometieron la felicidad en la tierra, y en cambio nos dieron años de una vida gris, con poco amor. ¿Cómo no estar enojado, dolido, o por lo menos molesto? Debieran pedirnos perdón. Cualquier empresa seria te ofrece disculpas, te entrega otro producto y hasta te devuelve el dinero.

Ahora bien, como soy libre -ahora sí que lo soy- puedo elegir perdonarlos sin que medie reconocimiento de la metida de pata por su parte. Entender que ya no soy una de sus víctimas, pues he recuperado mi libertad y eso es, sencillamente, fabuloso.

Miren, ese puntito chiquito, somos nosotros.

 

 

 

Lizzy Babieca




Publicado el Friday, 22 August 2014



 
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