Hola Agustina, hola a todos:

Esta web es adictiva. Leer los testimonios y las colaboraciones de todos me hace pasar por todas las emociones: risa, dolor, acuerdo total, desacuerdo parcial, solidaridad... y oración, porque Dios sabe que obramos de buena fe, queriendo agradarle. Pero la Web es adictiva. Realiza una función muy importante, además de la empatía que pueda generarse entre nosotros: la del registro para la historia.

Vamos a ser borrados de los anales de la Prelatura, no existimos, jamás estuvimos ahí. Y con esta red de Opuslibros.org queda y quedará claro que no fue así. Lo que seguirá es que demos el paso de salir del nick y dar nuestro datos, para formar un archivo que permita la consulta a las generaciones posteriores. Pero después. Algunos tememos represalias -reales o imaginarias- y debemos esperar.

Ya hice saber a mi celadora (¡agh, qué término!) que no tengo intención de continuar como supernumeraria y no he vuelto al centro. Me parece que al Consejo Local le importó un pepino, como si se quitaran de un problema. He retirado mis estampitas autógrafas, pero aún no he seleccionado libros para sacar de mi casa. Es posible que haya personas que dejen de hablarme y que se digan las clásicas frases de "no tiene las ideas claras", "perdió la paz" o su traducción, que estoy loca. Ya estoy preparada.

Quiero quedarme con lo bueno que aprendí: la devoción a la Virgen, el amor a la liturgia y aquéllas promociones rurales en el campo durante mi adolescencia. No quiero que eso se me olvide, porque sería injusto y porque tengo tantos motivos para estar decepcionada y enojada, que puedo perder lo más por lo menos. Pero ya iré narrando anécdotas sobre lo vivido, sobre las intromisiones en la conciencia, sobre los donativos dados, sobre las injusticias laborales, en fin.

Bueno, mando un abrazo para todos. Qué Dios y la Virgen los bendiga y guíe sus pasos en la paz. Estamos juntos, estamos bien.

NikitaSoy