La lectura del libro de Job Fernández ha sido todo un descubrimiento. He empleado más de una semana en terminarlo. Cuando me puse a leerlo lo comparé con la lectura espiritual que hacía cuando pertenecía a la Obra, pero en este casi ha sido mucho más tiempo, y eso que estoy jubilado. Si se enteran los directores del Opus Dei que gracias a Opuslibros aún se me están abriendo los ojos... los equipos de la aop me insultan de todas las maneras habidas y por haber. Eso lo saben hacer muy bien. Como es habitual en ellos, el fin justifica los medios. No será la primera vez que me insulten gravemente para defender a su madre guapa, como ellos la denominan...  

El título"El ogro cariñoso" es muy acertado. Efectivamente la Obra es como un ogro, que a la vez que te abraza, te da un zarpazo. Eso pasaba frecuentemente durante los años que he estado dentro. Luego lo repite a lo largo del libro. El libro sirve para demostrar los aspectos no claros de la vida de San Josemaría, y de su organización. Habla de que el proceso de beatificación contó con un tribunal que favorecía las tesis de organización religiosa. Así no dejó hablar a Miguel Fisac, uno de los primeros numerarios de la Obra. Le ha faltado añadir que el tribunal, para suplir el rechazo de algunos testigos que se ofrecieron, convocó a Ignacio Llano, un ex numerario que fue director del centro instalado en la calle Covarrubias, 1 de Madrid y hoy cerrado y que forma parte de una amplia familia muy vinculada a la Obra, entre los que se encuentra un sacerdote numerario que es obispo auxiliar en Brasil. Testigos como éste sí que admitía el Opus Dei, pero no a Carmen Tapia o a otros.

No sé si el nombre de Job Fernández es el suyo o es un seudónimo. Por cierto, yo firmo con el seudónimo Elcanario, porque la página no me ha dejado entrar como Nachof o Nacho Fernández, mi nombre de siempre en Opuslibros. Ahora seguiré con el nombre de Elcanario. Se nota que el autor del libro ha vivido durante más de veinte años como numerario, o lo que es lo mismo la "aristocracia de la inteligencia", como les definieron dentro de la Obra de Dios. De los agregados habla muy poco y menos aún de las numerarias auxiliares o de los supernumerarios. Me gustaría que en próximas colaboraciones trate algo más de ellos. Una cosa que habrá sentado muy mal al Opus Dei es que Job Fernández use en el libro las letras OD para referirse reiteradamente a la Obra de Dios, a la que algún momento llama Opus Josemariae. Muy acertado. Será muy bueno que a partir de ahora empleemos OD para referirnos a la Prelatura.

Recuerdo que algunos grupos religiosos como la Compañía de Jesús son SI (Societatis Iesus) y los dominicos OP (Orden de Predicadores). Job Fernández presenta un panorama desolador de los numerarios. Ellos que presumen de ser laicos, son más religiosos que los religiosos. En algún momento dice que viven en una jaula de oro. De buena me salvé al pasar de numerario a agregado. No me enteré porque estuve poco tiempo como numerario.

A lo largo del libro se descubre que el Opus Dei retiró ediciones antiguas de "Camino" y las sustituyó por otras nuevas, para que quedara más claro su espíritu en el índice. Pensé que las numerosas ediciones de este libro habían sido por ventas, no por retirada de ejemplares. ¡Qué cosas se descubren! Y lo que nos queda por ver sobre lo que nos dijeron internamente y lo que era la verdad. Invito a los que viven en Madrid o pasan por Madrid a acercarse al templo de La Milagrosa. Allí es donde San Josemaría "vio" el Opus Dei el 2 de octubre de 1928 y oyó las campanas de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles de Cuatro Caminos que repicaban en su fiesta. ¿Alguno ha oido esas campanas? Están a una distancia que impide oirlas. Sí pueden ser las campanas de un convento de carmelitas que están cerca. Entonces ¿es válida la campana que existe en Torreciudad? Es una de tantas como te cuentan en la Obra.

Es muy grave que los apuntes íntimos del Fundador no se conozcan en su integridad. El autor de "El ogro cariñoso" señala que solo se conocen partes de ellos gracias a las hagiografías que han escrito algunos de la Obra como Salvador Bernal o Andrés Vázquez de Prada. La mayor parte de la gente del Opus Dei los ignora y eso no se lo dicen dentro. Muy interesante cuando recuerda que San Josemaría dijo que a su muerte su hijo Álvaro del Portillo los revisara. ¿Por qué solo se conocen trozos parciales y no en su integridad? Se sabe que el Fundador quemó los apuntes íntimos que recogen el período de 1928. Invito a leer pausadamente este libro. Para mi es un acierto, que Job Fernández hable del narcisismo del fundador y su influencia en todo el Opus Dei, que ha hecho que cualquier cosa de sus escritos o de sus intervenciones sean palabra de Dios. Es una "padrelatría", subraya. El culto de latría solo se debe a Dios y San Josemaría no era Dios, aunque algunas veces sus seguidores le pongan antes de papas, cardenales u obispos. El libro publicado ahora es muy denso. Lo único que he pretendido ha sido un pequeño comentario. Que cada uno profundice.

Elcanario