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 Tus escritos: Recuperando algunos retazos de la historia del Opus.- Ex_apéndice

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Ex_apendice :

Recuperando algunos retazos, no contados, ignorados o cuidadosamente borrados de la historia del  Opus.

                Después de releer un artículo publicado en Opuslibros con fecha 17 de septiembre de 2008, en el que Nacho nos cuenta la muerte de David Anisi, me ha parecido de justicia, en honor de él, añadir una parte de su vida que yo conozco en primera persona.

                David Anisi Alameda estudió enseñanza primaria y Bachillerato en Tajamar. Fui tutor y profesor de David desde los 10 a los 12, y sólo profesor desde los 12 hasta que salió de Tajamar.

                De familia humilde, su madre, además, había enviudado. Puedo afirmar que era muy destacado y de inteligencia superior a la media. Muy buen amigo de todos, alegre, con una sonrisa casi permanente. Enseguida se hizo palpable y se propaló entre los que éramos profesores del opus –se trataba de una perita en dulce- que era un objetivo muy apetitoso para  “pescarlo”.

                Se pensó en que podía ser numerario, pero cuando la “dirección en la sombra” de Tajamar -compuesta por numerarios aunque legalmente el director, cara a la galería, fuera Bernardo, un supernumerario- advirtió las “circunstancias” familiares y algunos otros “inconvenientes”: --¿patrimonio escuálido, quizás?- que concurrían en David, aplicando la “gracia de estado” que indefectiblemente acompaña a los de jefes del opus, según el infalible dogma escrivariano, se descubrió, con claridad meridiana, que Dios en persona había decidido que lo verdaderamente apropiado para David era lo que entonces se llamaba un oblato. (Posteriormente, cambiando mocos por babas, como es bien sabido, el “oblato” se transformaría, por arte de birlibirloque, en “agregado”).

                Cuando nuestro futuro oblato empezó a rezar, a hacer oración y a tener algo de vida interior y el que lo trataba para meterlo en casa, que no era ya yo, le insinuó que podía empezar a hacer la visita al Santísimo, quizá ir a misa, confesarse, etc., David muy extrañado le dijo que él no había pisado nunca una iglesia y que para decir verdad tampoco le interesaba, porque no estaba bautizado ni su familia tampoco era católica.

                ¡¡¡Asombroso!!! Y aquí viene lo maravilloso. Todos teníamos que hacer fuerza a Dios, a la Virgen Santísima y a todo tipo de santos que se cruzaran en nuestro camino, para lograr la conversión de David. Yo había rezado por mucha gente para que pitara, pero para que se convirtiera al cristianismo no había rezado aún por nadie.

                Bueno, para no alargarme, David se convirtió… luego pitó… y después fue presentado como un ejemplo viviente de la profunda labor de cristianización que el opus hacia en Vallecas. Eso se le dijo a un obispo, no recuerdo si era auxiliar o titular de la diócesis de Madrid, cuando visitó Tajamar y tuvo el santo privilegio de conocer a aquel fruto del apostolado “ad fidem”, del que tanto se vanagloria el opus.

                Perdí toda noción de la vida posterior de David, y volví a encontrarlo en el artículo de Nacho, donde además descubrí que mi antiguo alumno había abandonado el opus mucho antes de morir, debido a un acto de solidaridad con su amigo Ernesto. También fui profesor de Ernesto A. su compañero de estudios en Tajamar y amigo desde la infancia, por el que David supo dar la cara, en un gesto de verdadera amistad, cuando fue detenido por la policía franquista, y el opus le volvió la espalda según nos cuenta Nacho. ¡Bravo por David!

                De lo que estoy seguro es de que, a diferencia de lo que presumieron por su apostolado “ad fidem” cuando lo cazaron, ocultarían, con mucho cuidado, al citado obispo o a la iglesia o al estado policial franquista la defección del buen David y mucho más por la causa que fue.

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Publicado el Wednesday, 19 August 2015



 
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