Hola Soraya. Si una niña “normal” me preguntara  qué haría yo, con mi experiencia, si volviera a hacer 3º de BUP en el colegio Grazalema, del opus dei, le diría lo siguiente:

1.       Estudiaría mucho para tener la máxima puntuación y poder estudiar lo que me gustara.

2.       Me lo pasaría lo mejor posible porque los años de colegios son para disfrutarlos.

3.       Procuraría afianzar mis amistades para conservarlas toda la vida. Los amigos del colegio son especiales y aunque la vida nos separe de ellos, cuando los volvemos a ver, comprobamos que es como si no hubiera pasado el tiempo. ¡Es el último año!

La realidad es que ya era numeraria y me pasé el curso:

1.       De las tutorías al confesionario. Angustiada pensando que en cualquier momento me podían sacar de clase.

2.       Dejando los estudios en un segundo plano y bajando mucho mis calificaciones.

3.       Perdiéndome los recreos  porque ya  me quería ir de la obra y el sacerdote aprovechaba los recreos para hablar conmigo.

4.       Huyendo todo el día de la persona que llevaba mi charla, con lo que conllevaba de ansiedad.

5.       Alejándome de mis amigas, que “no eran buenas influencias”.

6.       Acercándome a las que no eran mis amigas pero con las que podía hacer falso apostolado y llevarlas al club, a un círculo, a una convivencia… Ni que decir tiene que no me podía separar de las pitables. Ese año creo que de mi clase pitaron dos.

7.       Haciendo las normas en el autobús, en vez de estar riéndome, hablando o estudiando.

8.       Cambiando la risa por el llanto.

9.       Y aunque no te lo creas, sin entrar algunos días al comedor porque daba clases particulares a una niña de 6º de EGB que suspendía matemáticas y lenguaje y que hoy es directora de una delegación. Lo hacía porque me obligaban para contribuir económicamente al centro. Mi madre no sabía que me quedaba muchos días sin comer ¡¡qué locura!!

Que haría yo ahora sabiendo que no estoy en un colegio normal:

1.       No permitiría que mi tutora fuera de la obra y mucho menos numeraria. Es más, no tendría tutora. Hablaría con mis padres para ello.

2.       Jamás hablaría ni me confesaría con el cura del colegio.

3.       Pondría todo mi empeño por ayudar a mis compañeras de clase que ya son numerarias, dándoles a leer Opuslibros. ¡Haría todo lo posible porque se salieran!

4.       Hablaría con naturalidad, aunque a la vez con prudencia, de Opuslibros, para que me consideraran hereje y me dejaran hacer un curso escolar en paz.

5.       Comería a la hora de comer.

6.       Aprovecharía el recreo para disfrutar y para fumarme algún pitillito prohibido de vez en cuando, que eso, en mis tiempos, producía un subidón bestial.

7.       Hablaría con mis padres ante cualquier acoso. Si tus padres son de la obra y piensas que no te van a entender ¡pediría ayuda a quienes han pasado por esa experiencia!

Ahora Soraya, aunque eres joven, te juegas mucho más de lo que imaginas. Piensa y decide cómo vas a afrontar tu último curso. Eres tú la única responsable de tu vida y de tu felicidad.

Sabes que siempre estará Jesús contigo y en Opuslibros encontrarás muchas personas buenas y con experiencia idéntica a la tuya, dispuestas a ofrecerte una mano.

Si necesitas ayuda puntual no dudes en escribirme aplazavaltuena@gmail.com. Vivo en Madrid y tengo una tienda de niños. Ojalá algún día vengas a verme con tus retoños.

¡No tengas miedo y confía en Dios y en ti!

A. Plaza