Sr. Cura,

Aquí, en Opuslibros, hablamos de hechos y de experiencias personales. Por desgracia, la gran mayoría de los hechos que contamos, marcaron negativamente nuestras almas y además se repiten sistemáticamente, sin que el opus ni la iglesia hagan algo. Quizás la Iglesia y el opus vean que son hechos memorables y buenos, para que entre Dios en nuestras almas. Quizás aun se aplique la vieja técnica de “La letra con sangre entra”. Pues, Doctores tiene la Santa Madre Iglesia.

Como podrás ver aquí no se culpa a nadie y para poder perdonar hay que culpar, a alguien. Las culpas son personales, no institucionales. Cuando por simplicidad, se culpa a una institución, se culpa, a las personas que participaron en los hechos, seguido de la estructura jerárquica que aceptó o ignoró los hechos o hubo mala organización funcional, con resultado de daño. Cada uno que coja su responsabilidad, que será diferente, según el nivel en que esté.

Cuando se cuentan los hechos, tiene fundamentalmente un papel de ALERTA de que las cosas no se hacen bien. Cuando hay miles de testimonios y además se repiten en el espacio tiempo, LA COSA SE AGRAVA.

Cuando el opus no dialoga con nosotros y no acepta el problema, HAY ALGO QUE NO FUNCIONA.

Y cuando la Iglesia mira hacia el otro lado, con tantos testimonios, cuidado, HAY ALGO QUE NO FUNCIONA EN ELLA, no la juzgo, simplemente constato.

Para culpar hay que poner nombres y personas, aquí exponemos hechos para ALERTAR. Yo la verdad es que no tengo nada que perdonar, me echaron… “pues adiós muy buenas”. Pero por desgracia veo en personas cercanas, muy cercanas, el sufrir por ese funcionar tan poco humano. Y eso me hace sufrir a mí ya que las quiero o las amo.

PARA PODER SOLUCIONAR UN PROBLEMA HAY CONTAR LOS HECHOS, NUNCA ESCONDERLOS NI TAPARLOS. Luego una vez solucionados los hechos, ya hablaremos si Escrivá de Balaguer, tenía unas parras con buenas o malas uvas, o si es santo de mi devoción o no, o si pulpo es animal de compañía, o si el Papa Francisco me gusta o no, o que si en el opus dei hay personas buenas o no … etc.

Además acabamos de ver el reencuentro de Rosa e Inés, ¡con qué cariño se han reencontrado!. A pesar de que Inés metió a Rosa en el opus.

No mezclemos churras con merinas.

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