En el comunicado de prensa de la Oficina de Información del Opus Dei sobre el arresto de Mons. Lucio Ángel Vallejo Balda de 2-11-15 se puede leer textualmente: "Mons. Vallejo pertenece a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación de presbíteros intrínsecamente unida al Opus Dei"... "Manifestamos sorpresa y dolor por estas noticias. El Opus Dei no dispone de ninguna información sobre el caso".

Por las informaciones del caso Vatileaks 2 que se van publicando sobre las andanzas de D. Lucio y de la Sra. Chaouqui, la preparación y puesta en práctica de la trama delictiva tiene que haber sido necesariamente minuciosa y detenida pues para llevarla a la práctica es necesario dar muchos pasos. A saber: 1) meditar detenidamente sobre las motivaciones y objetivos de la acción, 2) sopesar pros y contras, 3) tomar la decisión de hacerlo, 4) robar , probablemente en varios actos, toda la documentación informática, 5) grabar, en varios actos de deslealtad al Papa, los audios de las reuniones con el, 6) urdir en varias reuniones el plan con los dos periodistas, 7) llegar a un acuerdo entre los dos periodistas y sus respectivos editores, 8) pasar a los periodistas toda la información debidamente informatizada, 9) escribir dos voluminosos libros, 10 ) corregirlos, 11) imprimirlos, 12) publicarlos. Todo eso lleva tiempo, mucho tiempo, ¡muchos meses!

Durante el tiempo transcurrido entre la ideación de la trama y su arresto, Don Lucio ha seguido siendo miembro de la prelatura pues en el comunicado de 2-11-15 la prelatura así lo reconoce. Como es lógico, D. Lucio, durante ese tiempo de varios meses de duración, como todos los miembros de la Obra, se supone que habrá seguido acudiendo con regularidad a su dirección espiritual colegiada (ahora rebautizada por ellos como "acompañamiento espiritual", al que me referí el 9-11-15).

Como todos sabemos, en la dirección espiritual colegiada que se practica en el Opus Dei es obligatorio hablar y consultarlo todo, especialmente los temas más importantes para la vida de la persona, hasta el más mínimo detalle. Luego, los directores comentan y consultan con sus superiores los asuntos importantes y deciden lo que hay que ordenar o aconsejar al miembro. Por tanto, es lógico pensar que el Opus Dei debe haber tenido detallado conocimiento del asunto, dada la importancia de su naturaleza.

¿Cómo iba D. Lucio durante meses a no contar a sus directores del Opus Dei la idea de hacer lo que ha hecho, con la gravedad moral y la repercusión pública mundial que el tema conllevaba? Parece impensable no contar ni consultar en la charla con pelos y señales un tema de esa trascendencia.

Si no lo hubiera contado se hubiera situado de facto, por elemental coherencia, fuera de la Obra, cosa que él no ha dicho que haya ocurrido y si hubiera ocurrido, el Opus Dei se habría apresurado a publicarlo para subrayar su afán de distanciamiento de D. Lucio, muy patente en el comunicado de 2-11-15. Es sumamente difícil pues, creer al Opus Dei cuando dice que está "sorprendido" y "dolorido" y que ignoraba el asunto.

La posibilidad de que D. Lucio haya actuado por su cuenta, sin consultarlo, en un arranque de afán justiciero o en un impulso de venganza por haberse visto relegado en su carrera curial, parece muy poco probable dada la complejidad de la trama y el dilatado tiempo que necesariamente ha llevado su realización. Una trama así de elaborada no puede el ser el fruto de un calentón. Parece pues casi imposible admitir eso de que "El Opus Dei no dispone de ninguna información sobre el caso". Más bien hay muchos motivos para pensar que en Bruno Buozzi estaban perfectamente informados.

Orange

P D : Me da pena D. Lucio. Tiene a sus enemigos con los cuchillos afilados y a sus amigos poniéndose de perfil y deseando no haberlo conocido. Aparte del funcionario de la embajada española, alguien debería ir a verlo, que es una buena obra; y también a su madre que vive con él en Roma.