Queridos amigos:

Leyendo un periódico, he encontrado un texto en el que se plantea por qué ciertos integristas hacen cosas poco recomendables. La respuesta es "a causa de Dios". También podemos decir que en el Opus Dei ocurre lo mismo: Uno deja la Obra y nadie de la Organización quiere saber nada de él. Antes era un hermano con lazos más fuertes que la sangre, ahora es un desconocido, y esto por qué? A causa de Dios. Alguien ha pasado un montón de años de su vida entregando el fruto de su trabajo a la Obra, se va, como Adán del Paraíso, y esto por qué? A causa de Dios. Una trabaja en un obra corporativa, deja el Opus, a la calle, y esto por qué? A causa de Dios. Mientras se está dentro, el control de la intimidad es absoluto: confidencias y confesiones tienen este fin. La dirección espiritual no es de persona a persona, sino de la institución, y esto por qué? a causa de Dios. Se pita sin tener conocimiento de las obligaciones contraídas y de la situación jurídica real, y esto por qué. A causa de Dios.

Los atropellos que se dan en el mundo, con la justificación de que es a causa de Dios, creo que nos deben hacer reflexionar, si alguien no nos está dando gato por liebre. No podemos aceptar a la ligera voluntades de Dios que nos llegan por personas acostumbradas a convertirse en profesionales de la divinidad. El mismo Escrivá creo que se valió de este argumento para hacer lo que le dio la gana, y buscar y así evitar cualquier tipo de valoración interna de sus decisiones. Creo que todo aquello que repugne a nuestra conciencia no debe ser tomado como voluntad divina, y ya es hora de dejar la niñez para ser responsables de nuestros actos. No creo que Dios nos quiera esclavos, sino libres.

Rocaberti