CuG ha preguntado el 18.01.2016 cómo y cuándo se empezó a permitir que las mujeres del Opus pudieran vestirse con pantalones, a diferencia del criterio hasta entonces establecido desde los años fundacionales por Sanjosemaría: la prohibición del uso de pantalones y la obligatoriedad de las faldas en el atuendo femenino. Si la memoria no me falla, el cambio de praxis se comenzó a vivir a mediados de los años 90 del siglo XX, siendo ya el Opus prelatura personal, bajo el gobierno de Álvaro del Portillo.

En los párrafos 162-170 de los Estatutos de la prelatura personal se regula un órgano de gobierno de ésta denominado “Asamblea Regional”, que se ha de celebrar ordinariamente cada diez años. Recuerdo que por los años 90 (siento no poder precisar en qué año fue) se celebró una de esas Asambleas en la Región de España (tampoco recuerdo si en las demás Regiones fueron convocadas otras Asambleas simultáneamente); los directores regionales solicitaron a los miembros del Opus que escribiéramos con toda libertad cuantas sugerencias prácticas quisiéramos acerca de las labores apostólicas o de la vida de los Centros. Nuestras comunicaciones, escritas en papel y debidamente firmadas y datadas, se entregaban a los directores de la Delegación y, a partir de éstos, a los de la Comisión Regional, los cuales –supongo– someterían a criterios de selección esos papeles (ver Estatutos 167-168), de manera que sólo algunas comunicaciones, las más interesantes y dotadas de buen espíritu, pasarían a ser sometidas a estudio en la Asamblea.

Poco tiempo después de la Asamblea Regional, se introdujeron ligeros cambios o novedades en la praxis de funcionamiento del Opus, y los directores nos las comunicaban en los Círculos Breves semanales. Una de esas novedades sugeridas en la Asamblea Regional y finalmente aprobadas por el prelado personal fue que las mujeres del Opus pudiesen vestirse en adelante con pantalones. Es de suponer que la propuesta proviniera de comunicaciones presentadas a la Asamblea por mujeres de la prelatura personal; no me imagino a ningún numerario interesándose por ese cambio de criterio y manifestándolo por escrito.

Reconozco que mi memoria es débil y no estoy del todo seguro acerca de la exactitud de lo que aquí acabo de exponer, por ejemplo, la datación de aquella Asamblea Regional. Por eso, si alguien pudiera precisar mejor mis recuerdos al respecto, se lo agradecería.

Josef Knecht