Apreciado Ramón yo simplemente he dicho que este Papa, no me gusta, simplemente esto.

Lo del ruido y las nueces, es una sensación que me da, se habla mucho del Papa, sale en muchas revistas, varias veces portada en la prestigiosa revista TIME. Ese ruido, no se traduce en ningún cambio real, al menos, yo que haya visto. Supongo que el Papa estará atado de pies y manos, tendrá mucha voluntad … ¡yo que sé!, pero todo sigue igual.

La excentricidad, los coches sencillos, comer en el self-service, lo de los zapatos rojos, las declaraciones conejiles… ¡qué!, ¿Qué pretende con ello?, cuando lo importante no es eso. En tiempos actuales los signos poco valen, sólo valen los hechos. De qué me sirve que vaya abajo a comer con los empleados, si sigue habiendo pederastia o si menos al ofreciera una vía de diálogo entre nosotros y el opus dei, ¡es que ni eso!. A mi no me vengan con milongas, que el Papa no conoce opuslibros o en su defecto la problemática que se contempla en esta página web.

Sabiendo cómo es la prensa, este Papa, le da carnaza, véase el tema de los conejos. Cuando uno habla con ella, debe expresarse con el máximo rigor posible para que no se puedan descontextualizar ni malinterpretar los conceptos expresados y poder lanzar el mensaje lo más claro posible, y así se poder dar criterios claros y no confundir a la cristiandad.

En cuanto al Concilio Vaticano II, este concilio no proyectó la Iglesia hacia el siglo XXI, máxime la remontó a los años 60 o 70 del siglo pasado, en algunos aspectos fue un éxito y en otros un fracaso. Este modesto e importante concilio, fue un punto de arranque de una generación que se estancó en sí misma y no progresó. Ahora mismo esta generación es mayor, muy abundante y poco propensa a cambiar.

Respecto el Sínodo de familias y el corte de mangas al Papa, … , cada uno corta la manga a quien quiere o puede. Al Papa, se le puede decir que está equivocado, o que está acertado, la papolatría, es falta de cultura. La devoción irracional al Papa, en pleno siglo XXI, en Europa, está ya desfasada. El Papa es el obispo de Roma. Es uno de tantos Obispos, sin embargo es el cabeza del colegio episcopal, pero eso no le confiere “poderes mágico-especiales”. Quizás deberíamos conocer mejor a nuestro obispo de zona y no preocuparnos tanto por el Papa. Aunque en problemas globales se deba recurrir a instancias globales, como problemas que afronta Opuslibros. Normalmente es suficiente movernos con nuestro Obispo del lugar.

En mi opinión, el Sínodo de las familias no se trabajó de manera correcta ni suficiente, los grupos de trabajo de base, fueron muy pobres y parcializados hacia una dirección. Quizá la metodología de trabajo estuviera muy desfasada y perteneciera al siglo pasado. Y los preparativos del sínodo, de los grupos de trabajo y de consulta, fueron a toda prisa y sin rigor, al menos en mi zona. Como si las conclusiones estuvieran ya dadas antes de empezar. Simplemente fue una sensación.

Actualmente en la Iglesia hay un problema de diálogo, no todos hablamos el mismo idioma, quizá diremos las mismas palabras, pero expresan conceptos totalmente diferentes. Entiéndase, idioma en sentido figurado. Ejemplo: para unos la misa es “un memorial” para otros es “el Sacrificio incruento de la cruz”, para otros “un acto social” y para otros… O si no hagan una encuesta a la hora de salir de misa en varias parroquias, se sorprenderán de los resultados.

Ramón, te quiero hacer una pregunta ¿dialogar y consensuar es malo?. Si a un concilio, o cualquier proyecto, antes de empezar, lo fracasamos, seguro que saldrá un fiasco. Se debe ir con buena voluntad y ver todos los puntos de vista, desde los “obispos carcas” hasta lo más “moderno” del catolicismo, y poner a hervir la olla. Trabajar, pensar, rezar … lo que haga falta … Y seguro que saldrá algo bueno.

Se debe lanzar la Iglesia hacia al siglo XXI … con o sin el opus dei … con o sin los obispos carcas … con o sin los “cumbayas” (Come by us) … con o sin concilio … con o sin sínodo … Pero ¡hay que lanzarla ya!

Un saludo

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