58.-Nobleza baturra: primero santo y luego marqués. No como “los de siempre”, que primero nobles y luego de altar.

59.- ¿No es un gesto algo soberbio llamar Camino a un libro cristiano, cuando su fundador, el Cristo, predicó que no hay camino fuera de sí mismo?

60.- En la novela de Margaret Atwood, la impresionante distopía El cuento de la criada, convertida en serie (HBO, 2017), las mujeres han quedado reducidas a tres tipos: reproductoras, criadas y las que mandan a estas dos castas inferiores, las cuales, a su vez, obedecen a los varones.

61.- Dígase claramente: en la Obra Escribariana no hay fe, apenas creencia y sí mucha piedad, minuciosos actos piadosos que jalonan el día, sucedáneos de una verdadera espiritualidad pero que infunden la sensación de estar en algún tipo de camino religioso, cuanto más esforzado más proclive a ensoberbecer (queda y jactanciosamente) a quien lo practica.

62.- ¿Alguna vez meditáis que frente a la Ley Jesús proclamó el amor incondicional y la busca interior del Padre? Esa es la verdadera cruz, el axis mundi: el amor, horizontal, hacia los demás, la contemplación, en vertical, hacia Dios. Y viceversa.

63.- ¡Que carga tan injusta para sus sucesores! Que Escriba fuera Padre perenne es hasta lógico, como fundador; pero que los demás prelados tengan que eternizarse en el cargo (¿como una suerte de papas o reyes?) hasta la tumba…

64.- El odio, miedo o recelo hacia los egresados obedece, además, al hecho de que, en ellos, el miembro proyecta su propia sombra. A otros les pasa con los gays, los negros, los divorciados…

65.- Hablando de gays, un muy amigo, sincero y casto, fue expulsado por su orientación sexual “no practicada” pues, insisto, era casto. ¿Han hecho eso con todos o solo perseveran los insinceros?

66.- El narcisista jamás reconoce sus errores y siempre piensa que los demás son culpables de que fracase o no logre sus fines. ¿Carisma fundacional?

67.- Insisto, hay que dedicar un retiro urgente con un solo tema: meditar sobre la Parábola del buen samaritano.

68.- Si fuera mujer (es decir, discreta a la que se le niega sabiduría) o casado (clase de tropa, en el mejor de los casos facedor de numeraritos y chequera generosa) me preguntaría, al menos una vez, cómo sería mi vida fuera de “esa” obra.

69.- Y me plantearía, muy de veras, si la “moral sexual” de la Obra está basada en el amor o en alguna enfermedad psicológica fundacional.

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