Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Reflexiones personales y algo de imaginación.- JasonJonas

010. Testimonios
JasonJonas :

Pertenecí al Opus Dei hace tiempo, fui numerario cerca de 8 años, en plena juventud, antes de entrar a los veintes. Desde el momento de mi salida puedo decir que nunca me he arrepiento de haber vivido esos años dentro del Opus Dei y por otro lado doy gracias a Dios de haberme salido justo cuando debía hacerlo.

Las razones por las que no me arrepiento de haber estado dentro del Opus (lo referiré como Opus solo por cuestión de abreviación) NO son por cómo el Opus era y sigue siendo. Esta parte positiva de mi vivencia en el Opus no tiene nada que ver por la forma en la que entré al Opus en un manejo de la “amistad” que distaba mucho de eso -más bien era una relación completamente interesada realizada por otros jóvenes ya aleccionados...

Tampoco lo fue por la manipulación de las conciencias que viví en esos años -nunca para hacer algo indebido pero sí para tener poco a poco todo el control de mi persona y de mis perspectivas de vida que durante esos años pudiese haber tenido (en relación a ello al paso del tiempo me resistí a hacer proselitismo con niños y/o jóvenes en los diferentes medios de formación, de hecho, al final, me decía a mí mismo: “si aquí no se es feliz espiritual y humanamente, ¡por qué he de perjudicar a otros trayéndolos aquí!); y por igual tampoco lo fue por la convivencia y años de relación un tanto forzada con algunas personas incompatibles conmigo -y viceversa- en las que no había evidentemente ninguna liga sanguínea, solo porque el espíritu de la obra decía que éramos “hermanos” (nada más lejos que una familia… sí podía haber cordialidad, afinidad en ideas, buen trato, respeto, y también amistad, pero eso de ser “hermanos” en una auténtica familia pues como que no). Y así habría muchos más elementos que enunciar que NO fueron la razón por la que considero no arrepentirme de haber dedicado este tiempo a Dios en el Opus.

La razón fundamental por la que no me arrepiento fue el hecho de que mi afán, como ser humano, era (lo es) la de estar cerca de Dios y tener un trato con Él y por igual acercar almas para El. Así que entre al Opus con convencimiento en el planteamiento de que sería mi vida: entregarte, santificarte en medio del mundo, sin dejar de ser lo que somos, con plena libertad, etc. Claro que, dice el Opus, no te deben decir todo lo que implica esta entrega y no es un tema de poner a discusión la entrega que en ese momento uno hace (yo me entregue a Dios en mi decisión de entrar), solo que empiezas a conocer el verdadero funcionar del Opus y te das cuenta de que es opuesto al mensaje que comunica, en una praxis totalmente opuesta de la que incluso uno empieza a ser parte de la misma.

Estando en el Opus procuré seguir este camino en el espíritu que me enseñaban los directores y de tratar de efectivamente formarme y formar personas bajo el carisma del Opus. Durante esos años, en consciencia, traté, “cara a Dios”, de hacerlo diligentemente las más de las veces (no juzgo su resultado, solo Dios sabrá). Pero, al paso del tiempo, empecé a detectar incongruencias en la institución y en mi propia persona. Uno de estos aspectos era el tono un tanto “clasista” que se vivía y respiraba en el ambiente “de casa”, y es que, por ejemplo, si otras instituciones acercaban almas a Dios, mediante sus respectivos espíritus y labores, aquí los comentarios eran siempre de hacer menos esa labor: “nos copian, no saben hacerlo, lo hacen mal, con esas acciones no se acercan almas a Dios, son obras muy relajadas, etc. etc.”. Todo tenía que ser como nosotros lo hacíamos y lo único bien hecho era si se hacía como el Opus lo hace, éramos los únicos que hacíamos el bien, bien (no digo que fueran una generalidad estos comentarios, pero se dejaban entrever en charlas, meditaciones, platicas ordinarias, etc.). Yo pensaba ¡Qué más da! Si se trata de acercar Almas a Dios y que las personas sean mejores, bienvenida sea toda esta labor, Dios se vale de toda circunstancia para acercar almas a Él, entonces ¿a qué verlas con superioridad o con malgrado? (tendrá que ver o no, pero eso de que: “Papas habrá muchos, pero hay un solo fundador del Opus, ¡a ver quién se atreve a decir esto…!” -no textual- suena ya como un principio de este actuar “superior” o elitista).

Por supuesto, durante esos años -y es parte también del aspecto positivo por lo cual no me arrepiento- fue que durante ese tiempo también hubo infinidad de momentos en los que verdaderamente fui feliz desde el punto espiritual y desde el punto de vista más humano (a mi entender): hice amistad con personas dentro y fuera del Opus y guardo estupendos recuerdos personales acerca de días comunes y corrientes, convivencias, tertulias, platicas, campamentos, excursiones, etc. Viví muchos momentos, en todos estos años, de genuina alegría espiritual y humana.

Ahora bien, el hecho de haber salido y de no arrepentirme jamás de ello (y digo gracias a Dios) es una afirmación que de manera contundente realizo hacia mi persona. Mis primeras inquietudes para salir fueron de “vocación” (es lo primero que se me ocurría), pero posteriormente pude ver que no tenía nada que ver con ella. Me cuestionaba la forma meramente practica por la que entré a esta institución, y esa razón sería una de mis reflexiones de salida: si entre por una falsa amistad, ¿a qué le debo yo estar en este lugar? ¿a Dios? A Dios puedo entregarme en otro lugar, en otras circunstancias, y no por las que entre aquí... (el hablar de “vocación” es un tema por demás complejo y no es tema de ahora. En mi caso, la forma como entré al Opus considero que no lo fue). Y no es que yo esperara que Dios bajara en persona a darme la vocación -las circunstancias humanas por las que uno valora este tipo de vocación y entrega a una institución como esta tendrán evidentemente su dimensión trascendental- pero pensando en mi “llamado”, este fue un proceso meramente practico de manipulación de la amistad y de allí a entrar a esta institución. Para mí, la decisión de entrar convencido -porque así fue- se fincó mucho en que verdaderamente la persona que me invitó me veía como amigo y no como una mera obligación de cumplimiento de numero como posteriormente yo mismo lo hacía ya dentro el Opus. Ser amigo o hacer un amigo en la vida es algo sumamente valioso y, como se dice por allí, los amigos se cuentan con los dedos de una mano. Como a los 3 años de entrar, me encontré al “amigo” que me invitó al Opus en una convivencia (léase invitación como la labor ya conocida por todos del proceso de hacer “pitar” a alguien) y fue determinante para mí la indiferencia que mostró al verme de nuevo porque en ese momento ya tenía a otro grupo de “amigos” a los cuales “aleccionar”. Al paso del tiempo comprendí que para “servir a Dios y a las almas” no era imperativo que permaneciera en el Opus. Ya en ese discurrir a los 6-7 años de permanencia pensé en continuar mi trato con Dios fuera del Opus, haciendo lo que tenía relevancia para mí y en un lugar que no fuera una simulación de “familia” (al menos para mí, en mi vivencia, que también fue un factor para ya no estar allí en mi toma de decisión de salir).

Parte del “miedo” que se inspira en quienes están dentro -a todos los niveles- para que no salgas, es convencerte de que “traicionas a Dios”, “a tu vocación” y que no “perseveraste” en ella y demás argumentos… para mí no hay nada más lejano a la realidad con Dios. Dios, desde mi punto de vista como Padre, ve por supuesto mucho más allá, en nuestras vidas, de solo reconocer si estuviste o no en una organización o institución. Dios valora toda nuestra actuación como seres humanos, a los que ama y ve como hijos (soy católico y por ello los traduzco a este actuar, pero evidentemente respetando cualquier otra creencia en esta vida).

Pienso también que en el momento que me planteé salir y salí (por la edad que tenía y por el tiempo transcurrido dentro del Opus) fue un aspecto positivo si cabe considerarla bajo esta valoración. Además, por mi determinación, una vez tomada mi decisión y por más que hablaron conmigo, cuando me dije ya, fue ya, no batallé en lograrlo (de hecho, la dichosa “dispensa” del padre que me iba a llegar para mi no significaba absolutamente nada). Estoy seguro de que si hubiese vivido más tiempo dentro del Opus tal vez esta conclusión no sería hoy para mí la que es.

A pesar de esta parte “positiva”, hoy, siendo padre de familia (no me casé luego de salir, sino al paso de los años) desde hace muchos años y desde el primer momento en que salí, no recomiendo tener acercamiento con esta Institución pues, para ellos, su acercamiento ya trae consigo no únicamente el afán noble de acercarte a Dios, sin más, sino de engancharte y hacerte uno más de ellos (nunca quise ni mucho menos acercar a mis hijos en los colegios ni labores del Opus, precisamente conociendo y habiendo vivido en carne propia lo que puede resultar). Y si te acercas por alguna razón al Opus para tratar a Dios (sin afán de lograr estatus, relaciones de negocios, etc. que de eso también hay mucho), ojalá y lo hagas “de lejecitos”. Si con el pretexto de Dios, te quieren sumar y te empiezan a hablar de aspectos internos -que no únicamente de ser cristianos comunes y corrientes santificando su vida- pues creo que es mala cosa.

Ahora entro un poco en el campo de la imaginación. No sé si a mí me hubiese cambiado mi percepción o mi experiencia personal para seguir dentro del Opus o pensar hoy diferente acerca de esta institución, es si alguna vez hubiese escuchado lo siguiente por parte de algún director, sacerdote, delegado, vicario o prelado -no recuerdo haberlo escuchado nunca, ni un ápice de ello: “Resulta queridos hermanos, numerarias, numerarios, agregadas, agregadas, cooperadoras, cooperadores, sacerdotes de la SSSC, amigas, amigos, etc. etc., que Jose Maria (así lo escribiré, porque eso de juntarlo no me sienta bien, creo que algo hay acerca de que en realidad su nombre no iba junto) era una persona con muchos defectos, como todos los seres humanos los tenemos. Resulta que “nuestro Padre” era un tanto (o un mucho) déspota, autoritario, soberbio y de un muy mal carácter manifiesto en muchas ocasiones de su vida, con muy poca caridad hacia otros hermanos sacerdotes, monjes, instituciones religiosas y Papas, y en muchos momentos hacia sus propias “hijas” e “hijos”. Resulta que también tenía aires de grandeza humana, no divina, pretendiendo el marquesado o el obispado o alguna otra cosa como ser el arquitecto titular -literalmente- de nuestras obras magnánimas “para Dios”; que además tuvo infinidad de malos tratos y decisiones muy lejos de un espíritu cristiano y del como hubiese actuado Jesucristo, y así un largo etc. etc. etc. PERO esperen queridos hijos, hermanos, numerarios y numerarias, también, es cierto que Jose Maria amaba mucho a Dios e hizo mucho bien a muchas almas -ciertamente mucho de su vida lo demuestra, no todo, absolutamente todo, fue malo en él. La Obra que fundó -cuestionable la forma, pero como haya sido- en muchas ocasiones acerca genuinamente almas a Dios por personas que de igual manera actúan. Y como ser humano luchaba por mitigar sus defectos y luchaba por igual por desarrollar sus virtudes para dar gloria a Dios…” ¡Caray! Si en algún momento hubiese sido o fuera hoy está la óptica del Opus, tal vez -con la debida complejidad que una institución humana/divina conlleve- la comprensión del Opus Dei sería diferente.

No creo que san Josemaría (lo escribo junto en esta única ocasión únicamente por respeto a la Iglesia por ser declarado santo, indudablemente cuestionable por igual) fuera o sea un ejemplo a seguir como la persona y santo que insistentemente es enaltecido y glorificado por el Opus. Cuando pienso en él y su figura totalmente fabricada y maquillada de santo, no me viene absolutamente ninguna inspiración de ejemplo, más bien es rechazo por toda la falsedad fabricada alrededor de él. Lo que sí pienso, cuando pienso en san Josemaría (pocas veces debo decir) es que sí puede ser ejemplo de amor a Dios y de lucha, precisamente por sus defectos palpables y patentes, pero con un espíritu de lucha del que, como todos, se levantara una y otra vez, cursando esta vida con todos sus años, ciclos y etapas que todos vivimos, como seres humanos y llamados a la eternidad. Jose Maria, un ser humano, con todos los defectos habidos y por haber, que a veces ganó batallas por encumbrar a Dios en todo su actuar, y a veces no lo consiguió. Eso sí creo que hizo Jose Maria: amar a Dios; pero tantas veces él mismo y los que lo siguieron provocaron un enaltecimiento fuera de la realidad, difícil de compaginar con la vida humana y difícil de ser congruente dentro del Opus. Su lucha personal, de él para con Dios, la real (tal vez con muchísimos más defectos que virtudes), la que sí pudiera ser ejemplo, lamentablemente se ensombrece con la figura idílica que lo rodea y la cual es base del Opus para ser lo que era y es (ojalá algún día sea diferente).

Claro que, en el Opus, estrictamente hablando, nadie consideraría que Jose Maria no tenía defectos, pero caray, nunca escuché durante mis años en el Opus, hablar de una manera tangible, humana y real de cualquier defecto de él, por mínimo que fuera. Siempre “nuestro padre” era casi casi “perfecto”. Tantos defectos no se mencionan o se maquillan tergiversando la realidad, y todo, todo, todo termina bien con Jose María. Todo lo que se refiere de él en el Opus es un “derroche” de virtudes y nada más… No, Jose Maria era un derroche de defectos también, pero su amor a Dios también se constata en su vida (no sé si ejemplar, pero por igual luchaba contra sus defectos). ¿Es esto tan difícil comprenderlo para el Opus? Como ejercicio de imaginación, pienso que Jose María, ahora en el cielo (al menos así lo declara la Iglesia y por ahora no es mi intención entrar a debatir el tema ), tal vez diría, “hijas e hijos, hablen más de mis defectos, que sean tema constante de sus charlas y meditaciones, aprendan de ellos para NO repetirlos y luchen por no caer en ellos, en muchas ocasiones de su vida actúen diferente a como yo actué, no me idealicen, comuníquenlos más para que sea autentico su trato con las personas y también más llevadera nuestra lucha por acercar almas a Dios, etc. etc.”. En fin.

Se lee en algunos artículos recientes aquí en la página web que el Opus está reconectando a ex miembros. Tal vez esta óptica de reconocimiento de defectos en su santo fundador les llevaría a reconocer lo siguiente: “la hemos regado, vamos a tratar de hacerlo mejor, vamos a vivir el verdadero espíritu cristiano y si una de estas acciones es volver a entablar contacto con los que alguna vez fueron parte de, hagámoslo, pero para pedir perdón, ofrecer ayuda desinteresada (si fuera el caso), resarcir en algo tanto dolor (material y espiritual) a quienes hemos hecho daño por esta nula caridad cristiana (ya no digo cristiana, humana) demostrada en tantas y tantos a los que hemos afectado con nuestra praxis contraria a nuestro mensaje y no caigamos en lo mismo que adolecemos por siempre: considerar a las personas números, a trato con las almas como contabilidad, recabar -ferozmente- el recurso $ de todos y en todo, hasta en los testamentos, etc. Si fuera así el Opus, ¡eso sí sería un milagro! Si esto fuera verdadera y realmente una práctica en el Opus, ¡otro Opus sería! (me gustó mucho una frase que leí en alguna contribución de Opuslibros: “más Jesucristo y menos Jose Maria…” ¡nada más cierto!).

Esta es mi vivencia particular y mi propia reflexión personal. Soy empático con cualquier otra experiencia tenga una reflexión diferente, en estas mismas circunstancias. Me hace mucho sentido y concuerdo (habiendo vivido estos años que no fueron pocos en el Opus) que otras experiencias vividas -como se refieren tantas en este sitio web- resulten experiencias lamentables en su relación con el Opus, con engaños claros y meticulosamente articulados, todo porque en el Opus “es la voluntad de Dios” o “Dios así lo quiere”. De hecho, el que en mi caso, mi propia reflexión me lleve a pensar que los años vividos los considere en cierta forma positiva -por las razones expuestas- no justifica el hecho de que el Opus actúe como actúa y sea como es. Me parece magnifico que alguien puede tener la oportunidad, al leer tantas experiencias en esta página, de conocer y reflexionar acerca de esta institución y tomar la mejor decisión en su momento (de salir, de permanecer, etc.). Esta página refiere, en un espíritu cristiano, que siempre se puede tener Esperanza en Dios y por supuesto, por duro que sea la experiencia y años vividos dentro del Opus, que se puede tener una vida después del Opus. En muchos casos será difícil -por todo lo que se arraiga en la vida que se haya tenido en relación con esta institución y sus personas- pero Dios sabe más y reconoce lo mejor para cada uno de nosotros; y divina y humanamente, al final, todo lo que hicimos, hacemos o hagamos -dentro o fuera del Opus Dei- Él lo valorará.


Publicado el Monday, 28 May 2018



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 010. Testimonios


Noticia más leída sobre 010. Testimonios:
Diecinueve años de mi vida caminando en una mentira: OPUS DEI.- Ana Azanza


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.157 Segundos