Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Los seres del Opus Dei a 28-X-de 2020.- Gervasio

110. Aspectos jurídicos
Gervasio :


Los seres del Opus Dei a 28-X-de 2020

Gervasio, 2/11/2020


En  la línea de lo pronosticado por Antonio Moya, esperaba que la anunciada carta del 28 de octubre  de 2020 aportase novedades y cambios, al menos alguno. Pero no ha sido así. La carta da a conocer lo que ya sabíamos: que en el Opus Dei hay numerarios, supernumerarios y agregados; y en el caso de las mujeres, también numerarias auxiliares. Entre los varones hay, además, sacerdotes, que pueden ser numerarios, agregados, supernumerarios y coadjutores. Esas denominaciones no se corresponden con las anteriores más que en el nombre, aparte de que lo de coadjutores carece de duplicado. Mientras los sacerdotes numerarios son numerarios que reciben órdenes sagradas, los sacerdotes agregados no son agregados que reciben órdenes sagradas, ni los sacerdotes supernumerarios son supernumerarios que reciben órdenes sagradas...



Todo esto dificulta un tanto dar a entender en qué consiste la numerariez, la supernumerariez y la agregaduría, que es lo que la carta pretende. Recuerdo a un sacerdote supernumerario que predicaba unos ejercicios espirituales a supernumerarios. Me parece recordar que se llamaba don Honorino. La prédica iba de supernumerario a supernumerario. En un determinado momento les habló de efectuar una aportación mensual generosa, si no todos los meses, al menos en alguna ocasión. Al predicarlo lo vivenciaba y se incluía a sí mismo en esa manifestación de generosidad en materia de aportación mensual. Tal predicación no sería posible en boca de un sacerdote numerario o agregado, porque no efectúan aportaciones mensuales. ¿Qué es la supernumerariez? ¿Qué clase de entrega supone? No lo deja claro porque no se ocupa de temas como este.

La carta —más bien epístola— es  pastoral y bibliográficamente correcta. No le falta detalle. Dice numerarios y numerarias, agregados y agregadas, supernumerarios y supernumerarias. Cita a sus antecesores, del Portillo y Echevarría; cita a  los últimos papas, Juan Pablo II y Benedicto XIV; cita el Nuevo Testamento y, cómo no, cita profusamente al padre-fundador. En este último caso las citas son en algunos casos rebuscadas y sorprendentes: cita unas notas tomadas de una charla que, al parecer,  dio a sacerdotes y diáconos diocesanos en 1972  y también una carta de 1947 de contestación —no es una epístola— a algo  relativo a supernumerarios destinada a no sé quién de España. Con semejantes fuentes, con semejante input, lo que se acaba dando es una visión de la diversidad de  los  seres pertenecientes al Opus Dei, un  tanto idealizada, por no decir idílica. Se echa en falta acudir a los estatutos del Opus Dei de 1941, de 1950 y de 1982; sobre todo a estos últimos por ser los que están vigentes. Se echa en falta glosar lo que allí se dice. Es allí donde quedan configuradas las diversas modalidades de ser del Opus Dei.

La carta, a mi modo de ver, más que aclarar cuestiones de fondo, acaba en cuestiones de carácter terminológico, de nomenclatura, de taxonomía. Se insiste demasiado, por ejemplo, en que los sacerdotes agregados son del Opus Dei. «Vosotros sois tan del Opus Dei como yo», decía san Josemaría a los sacerdotes y diáconos, agregados y supernumerarios, de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, que no están incardinados en la Prelatura. (Carta 28-X-2020, nº26). Y a continuación Ocáriz lo razona así: La expresión jurídica de la pertenencia a la Obra es ciertamente diversa en los fieles de la Prelatura y en los socios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz no incardinados en la Prelatura. Sin embargo, la diversidad de vínculo jurídico (respectivamente, de jurisdicción o asociativo) no quita nada a la identidad de la llamada a tender a la santidad con el mismo espíritu y medios específicos del Opus Dei. Yo recuerdo otra explicación, que hace tiempo me dio un sacerdote de la Obra con cargo importante. Los sacerdotes agregados —dictaminó—  forman parte de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, pero no del Opus Dei.

Unos y otros sacerdotes tienen prelados distintos en el ejercicio de su ministerio sacerdotal. Ese es el quid de la cuestión. La diferencia esencial, a mi modo de ver, proviene de la dedicación. Los sacerdotes agregados se dedican a tareas diocesanas. Los sacerdotes numerarios se dedican  al servicio de la prelatura llamada abreviadamente Opus Dei. Ambos tienen distintos títulos de ordenación: de servicio a la diócesis en un caso  y de servicio a la prelatura Opus Dei en el otro. Como consecuencia los sacerdotes diocesanos generalmente están incardinados en la diócesis en la que trabajan. Los sacerdotes numerarios y coadjutores están incardinados en la prelatura Opus Dei, la única existente al día de hoy; no en una diócesis.

En cuanto a la expresión jurídica de la pertenencia a la Obra, la veo idéntica. Los seres del Opus Dei se incorporan a éste mediante una carta en la que piden la propia admisión: y, concedida ésta, posteriormente renuevan anualmente  su vinculación con la llamada oblación y finalmente con la fidelidad, de carácter perpetuo.  No veo que petición de admisión, oblación y fidelidad produzcan en un caso vínculo jurisdiccional y en otro vínculo asociativo. El vínculo jurisdiccional  por razón del sacerdocio proviene del título de ordenación: unos se ordenan para la diócesis; otros para servir al Opus.

 Los sacerdotes agregados, llevan  a cabo su incorporación al Opus Dei en cuanto fieles cristianos, que lo son por el bautismo, y no en cuanto sacerdotes. Lo propio sucede con los laicos. Se incorporan  al Opus Dei en cuanto fieles. Sus relaciones con el ordinario diocesano permanecen intactas en ambos casos. Y por ello cada vez que alguien pita no hay que comunicarlo al ordinario diocesano. Un sacerdote diocesano puede adoptar una espiritualidad escrivaniana u otra. Es en ese sentido —me parece a mí—  en el que hay que tomar la frase del padre-fundador: vosotros sois tan del Opus Dei, como yo. La frase está tomada de una notas de una reunión familiar con sacerdotes de 26-X-1972, en Archivo general de la Prelatura, sección P04 1972, II, p. 767, según dice la nota 52  de esta carta de 28 de octubre de 2020. No hay que sacar las cosas de quicio ni de contexto. El contexto es granjearse la buena voluntad de unos cuanto sacerdotes a los que habla. No está sentando cátedra ni internándose en disquisiciones jurídicas. El sentido es que un sacerdote diocesano puede vivir el espíritu del Opus Dei tan bien o mejor que cualquier otro señor del Opus Dei. Lo propio sucede con un sacerdote diocesano que haya adoptado una espiritualidad carmelitana. No por ello puede decirse que sea tan carmelita  como un sacerdote perteneciente a la orden carmelitana y puesto al servicio de ésta.

Otra figura que queda desdibujada es la del agregado. En realidad siempre lo estuvo. Se entiende muy bien, por esto— leemos en la carta a propósito de la vocación de agregado y agregada— que nuestro Padre deseara que los agregados fueseis el doble en número que los numerarios: porque lo principal es la labor en medio de las circunstancias ordinarias y de los trabajos propios de cada una y de cada uno. Bien sabemos que no es así: que el número de agregados es mucho más reducido que el de numerarios. ¿Por qué sucede así, pese a los deseos —o supuestos deseos — del fundador?

Ante la ausencia de respuesta de Ocáriz, me atrevo a responder yo. Hay pocos agregados porque no interesan. No interesan porque no tienen profesiones importantes. No interesa que haya muchos carniceros, ni muchos obreros de la construcción, ni muchos empleadillos. Los justos para sacarlos por televisión y poder decir, que el Opus no se dedica sólo a las clases sociales altas. Con  un Tajamar,  un Centro Elis y un par de colegios en barriadas, basta y sobra. Si acaso buscarlos u orientarlos, cuando son muy jóvenes, hacia el periodismo  o hacia la enseñanza secundaria. Esas profesiones sí interesan.

Por otra parte, a la agregaduría van a parar los que no sirven para numerarios. Si una persona tiene un defecto físico, le falta un brazo o una mano, pongamos por caso, no sirve para numerario; pero sí para agregado. Abundan en estas páginas  los testimonios de los agregados que se sienten ninguneados o tratados como segundones. Hay, por eso que decirles cosas tan bonitas como las que se leen en esta carta: Por esto podía deciros san Josemaría: «Os tengo envidia, vuestra entrega a Dios es total y plena como la mía, pero podéis llegar más lejos». Desde luego $anjosemaría como lo hubiese de veras deseado, el Opus Dei tendría un número mucho más elevado de agregados del que posee. Si no hay más agregados es porque no interesa que haya más.

Sí interesa que haya muchos supernumerarios y de hecho los hay. Son muchos más que los numerarios. La carta desarrolla una doctrina sobre el enclavamiento en la cruz  con un epígrafe titulado  un grupo clavado en la cruz que se presta a diversión. Le oí al  padre-fundador decir que, en razón de su entrega, a los numerarios les corresponde estar clavados en la cruz y que a los sacerdotes del Opus Dei especialmente les corresponde  estar clavados en la cruz. No es el caso de los supernumerarios. No estoy de acuerdo con la afirmación de Ocáriz: Nuestro Padre no indica quiénes forman este grupo clavado en la Cruz. O no se lo oyó decir, o se olvidó de lo escuchado. Por eso cuando alguien quiere pitar de supernumerario pero no de numerario, se le dice en ocasiones: a lo mejor el Señor te pide más. Ahí acaba todo, a mi modo de ver: pero la carta de Ocáriz va por otros derroteros: Y es que, en realidad, clavados en la Cruz tenemos que estar todos, también los agregados y los supernumerarios, porque allí es donde encontramos al Señor, como dice nuestro Padre en palabras que expresan una profunda experiencia personal suya: «Tener la Cruz es identificarse con Cristo, es ser Cristo y, por eso, ser hijos de Dios». Y luego sigue con unas disquisiciones sobre la renuncia  al ejercicio de la propia profesión en aras del servicio a la Obra no demasiado realistas, entiendo yo. Pero, en fin, ya voy por la tercera página. Así que lo dejo.

Gervasio

Nota de Agustina.- La carta se podrá leer y descargar en la web del Opusdei el 6 de noviembre. A algunas y a algunos nos ha llegado por diversos conductos -email, WhatsApp- pero no puedo publicarla en OpusLibros sin permiso del Opus, permiso que dudo me concedieran por mi poca entrega...




Publicado el Monday, 02 November 2020



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 110. Aspectos jurídicos


Noticia más leída sobre 110. Aspectos jurídicos:
Estatutos del Opus Dei - 1982


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.123 Segundos