Estaba yo ocupada en cosas de poca importancia, o sea, en eso de curarme, mejorar, crecer, y ya saben, cosas de la “new age” y de la “mucha soberbia”, y no había prestado atención a lo que pasaba en la web, salvo mis intervenciones últimas por las que Satur (amén) me ha jalado las orejas.

Sin embargo, hoy leí la intervención de un humilde caballero que admite que posiblemente es lerdo, ya me ha parecido que Isabel Nath le había dicho que sí, que lo era, y pensé que las cosas habían quedado allí... pero de pronto lo vuelvo a leer, una y otra vez, aparece, con tono simpaticón, y luego zas, lanza el dardo. ¿Cuál es el objetivo? Pues desacreditar a esta web, a la que ya los últimos aportes de los fieles de Villa Tevere han llamado (con palabras más o menos finas y más o menos inteligentes: ojo, eso quiere decir que algunos son más finos e inteligentes que otros, por si no se entiende) “una web hecha de calumnias, rencor, ánimo de destrucción, crítica, y evidentemente, contra Dios y la Iglesia Católica”.

Lo que este caballero busca es que todos le demos a la carga, y centremos nuestra atención en él (he de reconocer que éste señor como mínimo debe tener dos títulos de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas, porque ha sido más listo que los que sólo tienen uno). Ya lo han intentado con mayor o menor éxito algunos colegas suyos, pero parece que él tiene más tiempo y ocupa parte de su tiempo de trabajo profesional a escribirnos, entonces es de los que provoca sentarse y contestarle, sobretodo a aquellos colaboradores de la web con currículos de sacarse la boina que no lo ponen aquí para que los demás no lloremos.

¿Se han dado cuenta que hemos dejado pasar testimonios como el de Defraudada (20.06) o el de Aitziber (19.06) en los que se ve cómo trata el Opus Dei a sus miembros y los convierten en ex miembros. ¿Estamos perdiendo el rumbo? ¿Nos hemos distraído todos? ¿Nos hemos dejado impresionar por el circo que han montado estos caballeritos del opus para entretenerse como lamenta Kaiser en su escrito del 22.06? ¿Qué más da si un hombre feliz no se imagina a Santo Tomás cuestionándose sobre el Opus? Digo yo, que suelte un poco a la “loca de la casa” y verá que no sólo se puede imaginar eso, sino que hasta se puede imaginar al Fundador defendiendo con ardor el sacerdocio femenino, ya Compaq nos enseñó lo que escribía aquel sacerdote, si le sumamos un poco de imaginación... listo, la imaginación no tiene límites (y no sigo yo aquí, que si no pondría que si en defender el sacerdocio femenino con ardor hubiera habido posibilidades de gloria, éxito y tal, ya tendríamos fundación nueva... menos mal que corto aquí).

Entonces, amigos, colaboradores, “super stars” de la web, orejas, todos, yo misma: no nos dejemos llevar por ese circo que están montando para fastidiarnos la web, mientras hay gente que se va del opus día a día, cada vez quedan menos, hay gente mayor que está dentro del Opus Dei con casos de depresión que buscan ayuda, hay gente que no sabe cómo hacer para irse (ya Aitziber nos contó cómo la ayudaron los orejas), habemos gente que hemos salido pero aún necesitamos ayuda, hablemos sobre eso, hablemos sobre la vida “después de...”, y sobre la vida “dentro de...”, que la gente que le dicen que tiene vocación no se deje influenciar sin tener información completa (ya puse yo en un escrito llamado Recuerdos a propósito del 19 de marzo: La Generosidad (11.03), cómo jugaron con mi inocencia y cómo jugué yo, cumpliendo órdenes con la inocencia de otra niña), sin perder el sentido del humor, por supuesto, que no todos “semos” seriotes... pero no dancemos al compás que lerdos, listos e intermedios (todos del Opus y afines) nos marquen. Ellos tienen varias webs, que escriban allí... nosotros a lo nuestro.

Finalmente, aquí casi nunca nos ponemos de acuerdo en nada, pero si no lo decía me iba a quedar con las ganas, el que quiera, que me haga caso.

Besos a todos.

Emevé