Ramón :
Hola Orejas,
Últimamente, en la web hay testimonios y cosas que me hacen escribir. Uno se pregunta que total, para qué.
La última es la de Kaiser (21/9): una familia casi rota por el influjo del lado oscuro. Mandamientos "nuevos" de la ley de dios, como ir a colegios de la obra.
Mi madre, que es profesora de instituto, tenía un caso similar: una niña que no hacía nada, estaba distraída, no progresaba... su madre no le hacía caso "porque tenía que ira a meditaciones muchas tardes": y me pregunto ¿para qué sirve meditar si abandonas a tu familia?
En el evangelio Jesús nos previene contra la semilla de los fariseos. No eran gente mala, pero su problema era que se consideraban los únicos justos, los únicos capaces de entender a Dios y decirle a la gente lo que tenía que hacer. Pero no sólo eso, sino que con triquiñuelas torcían la verdadera voluntad de Dios para sus fines. Algo así es lo que refiere Kaiser en su correo: alguien se erige en intérprete de la voluntad de Dios, y ¿qué consigue? un Dios falso. Y los dioses falsos (el consumo, el poder, la vanidad... ) SIEMPRE acaban pidiendo sacrificios humanos.
No eran gente mala, y de hecho planteaban preguntas a Jesús, unas veces para saber de verdad, muchas de ellas para pillarle en sus acertijos, como con los dos denarios. Nadie puede eregirse en intérprete único y exclusivo de la voz de Dios. Porque hará lo que ellos: "cargais al pueblo con cargas insoportables, y luego no moveis ni un dedo para ayudarle..."
Y aún más peligroso es andarse con trucos de trilero. Me explico: el Exodo es muy claro: "cuando prestes dinero, no cobrarás interés". Los fariseos, hacían firmar al que pedía el préstamo un contrato ¡eximiéndoles de ese mandamiento!. Yo no veo mucha diferencia: primero te confiesas, y luego cuentas lo mismo en confidencia. Si te tienta tu secretaria, la echas del trabajo: eso es un problema laboral particular. Ahora, si te tienta, puede ser pecado y entonces es malo.
Eso es poner velas a dios y al diablo. El diablo siempre cobra.
Ramón
Publicado el Friday, 23 September 2005
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