Hace mucho que tenía ganas de enviar este pequeño texto. Últimamente estaba leyendo muchas cartas que hacían referencia a la gran contradicción interna que existe entre la doctrina y la praxis en el Opus Dei. Se han escrito muchas cartas comentando aspectos concretos y haciendo reflexiones sobre cómo podíamos creernos tales aberraciones. Pues bien, este artículo que envío es un artículo más en la misma línea, pero centrándonos en la gran contradicción que existe en la fundación misma del Opus Dei.

            Todavía recuerdo perfectamente esas meditaciones que recibíamos la noche del 2 de octubre en nuestro centro. Siempre me gustaba oír esa frase que repetían una y otra vez en esas meditaciones: “Nuestro Padre el 2 de octubre de 1928 “vio” el Opus Dei” y remarcaban el “vio”, nos decían que era el verbo que él usaba para describir la fundación del Opus Dei. También recuerdo que después de esta frase podía oírse otra que decía: “Nuestro Padre vió “todo” el Opus Dei, te vio a ti y me vio a mí”. Es ahí donde me pregunto, ¿si vio “todo” el Opus Dei y nos vio a todos los que serían miembros (deduzco que a mí me vio poco rato), cómo puede ser que dijera que no cabían las mujeres?

            También nos contaban en la meditación del 14 de febrero: “ese día Nuestro Padre, mientras celebraba la Santa Misa se dio cuenta de que en la obra cabían sacerdotes y mujeres”. ¿Pero no habíamos quedado en qué ya había visto toda la Obra y que en ella no cabían mujeres?

            También recuerdo que cuando nos explicaban cosas sobre la historia de la Obra nos decían que “Nuestro Padre” había tenido la tentación de centrarse en la “formación” de sacerdotes. O sea que un poco más y manda a tomar por el saco lo que tan claro vio el 2 de octubre para quedarse con lo que comprendió ese 14 de febrero que era contradictorio con lo que había visto el 2 de octubre. Pero vaya caos!, a qué estaba jugando!

            Bueno con este texto solo quería contribuir a que observásemos otras contradicciones garrafales que siguen existiendo como si nada. Realmente para que tanta gente se crea o se haya creído tales aberraciones solo se puede explicar si está sufriendo algún tipo de control mental, cosa que desgraciadamente sucede.

            Para acabar me gustaría añadir que esta reflexión tan interesante se la hice al vocal de San Miguel de mi delegación y me contestó con toda la tranquilidad: “no te compliques, simplifica”. Me pregunto todavía que tengo que simplificar, si no es coherente, no es coherente y punto. La Obra se contradice hasta en la propia fundación.

PSX