Ramon :
Hola Orejas,
Resulta que estamos más rodeados por el Opus más de lo que pensamos. Hablando con mi esposa me cuenta que ¡ella fue de chavala a un club del Opus!
Así que era eso.. ;-)
Aquí es donde viene el meollo del asunto: mi mujer iba porque iba una amiga suya. La tal amiga, una chica normal, de barrio, lista, iba al club porque a su madre le parecía que era algo de estatus y como diría Satur "pisaban moqueta". Ya se sabe, como al Opus sólo van ricos y brillantes...
Total, que iban esa amiga, mi mujer y otra amiga, las tres hijas de obreros de baja cualificación. La verdad es que iban sobre todo a actividades de captación (patinaje, excursiones y así).
Pero lo más sorprendente es lo que sucedió cuando poco a poco, dejaron de ir porque tanto orden e higiene les aburría.
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A la amiga que les llevó le dieron la brasa largo tiempo, con llamadas, invitaciones a viajes, etc... el caso se que esta chica sólo estudió secretariado y no tenía particular interés en cosas de iglesia.
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A la otra amiga, de idénticas características, la dejaron en paz.
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A mi mujer, que iba para médico con un expediente brillante, e iba a la parroquia, también.
Ni que decir tiene que no lo lamentaron, pero siempre te queda el gusanillo ¿qué criterios de selección seguían? ¿en qué se basan para gustarles unos más que otros? Al fin y al cabo, se acabaron sintiendo como en una feria de ganado.
Ramón
Publicado el Monday, 13 March 2006
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