Quiero agradecer a Oráculo (30/6), Norbertito (5/7),  Isabel Nath (10/7) y Luis (12/7) por sus escritos. Yo también soy uno de los que fue a un colegio "que es pero que no es" del Opus Dei, a un club de bachilleres y pité a los 14.5.

Los hijos de supernumerarios somos un blanco fácil, pues como se explicó hace tiempo en esta web, el Opus Dei tiene un léxico propio que gente que nunca estuvo en contacto con la Obra tarda tiempo en entender. Pero nosotros nacimos con círculos, meditaciones, convivencias, retiros, cursos anuales, charlas, celadores, campañas apostólicas y económicas, toda nuestra vida desde que nacimos giró alrededor del Opus Dei. 

Así que a los 14.5 parece natural que a uno le digan que tiene vocación para ser numerari@, es más si a eso le agregamos que su experiencia desde que nació es que sus padres admiran e idolatran a los numerari@s, uno siente que si no pita está perdiendo la lotería.

Pero a mi parecer esto trae otras complicaciones, pues una vez que uno pita, sus padres se convierten en sus "hermanos", y la Obra pasa a cumplir la función de madre y padre.
Uno ya no consulta cosas con sus padres, sino con el Director. 

El testimonio de Luis (12/7) me hizo acordar de las famosas fichas que los supernumerarios o cooperadores llenan para que se invite a sus hijos, sobrinos ó conocidos a ir al centro. El apostolado de amistad se convierte en una farsa, pues uno se convierte en un personaje extraño que llama por teléfono a alguien que no conoce, para invitarlo a algo que no sabe cómo explicar por teléfono, y uno se convierte en un perro de caza que agarra a su presa por el cuello y no la suelta hasta que se decide si puede pitar o no.  Y si se ve que no es carne de cañón para pitar, se lo deja de lado y se busca otra víctima.

Quiero agradecer a escriBa por la publicación de la carta del Prelado (14/7) pues me parece que no tiene desperdicio. Una vez más somos los malos de la película, los que no comprendemos, los cooperadores del diablo!

Lo que más me gusta es que diga que han decidido no seguir por el camino de la via legal. Si no lo hacen es porque saben que si van a juicio muchas cosas van a salir a la luz. Y en  vez de beneficiarlos los van a perjudicar más que el Código Da Vinci.

Mariano Curat