Estimada Rizoloco:
Estoy plenamente de acuerdo contigo en el respeto hacia el Budista de China o a la monjita de clausura o con cualquier otro de los muchos caminos para hacerse santo.
Pero es que las instituciones que emplean las mismas técnicas de control y manipulación que utilizan las sectas no éticas (como hace el Opus Dei), son algo muy distinto y, desde luego, nada dignas de respeto.
Esto ha sido tratado en diversos lugares. Por ejemplo, la elección de contemplar y quedarse sólo lo bueno que hay en la Prelatura se corresponde con el punto número 1 de mi escrito Ese no es el problema. Y la explicación de por qué "ése no es el problema" la puedes encontrar en el interior del artículo.
Un saludo,
Iván