Para ti, que ya eres libre -¡gozosamente libre!- te copio estas palabras del salmo 123: “Bendito el Señor, que no nos entregó/en presa a sus dientes;/hemos salvado la vida/como un pájaro/de la trampa del cazador/la trampa se rompió y escapamos./Nuestro auxilio es el nombre del Señor/que hizo el cielo y la tierra”.
Chispita