Recordé que una de las últimas decisiones que tomé antes de irme del Opus Dei (hace ya casi dos años) fue leer los libros de Jose Maria Gironella (Los Cipreses creen en Dios, Un Millon de Muertos y Ha estallado la paz)... Los leí para hacerme una idea clara del ambiente en el cual había nacido el Opus Dei y así comprender lo desfasado que están en este siglo XXI...
Esto del desfase del Opus Dei de la sociedad actual es tema para un escrito más largo, por ahora me conformo con exponer brevemente el mito de la heroicidad de los primeros...
Constamente se decía de lo heróicos que eran los primeros, especialmente en la post-guerra que tuvieron que estudiar mucho para sacar dos cursos en uno, y a la vez hacían viajes apostólicos, etcétera....
Este argumento te lo restregaban en la cara constantemente cuando decías que no te daba tiempo para hacer de todo: esos planes apostólicos (interesados exclusivamente en la captación de vocaciones para La Firma), estudio intenso, etcétera... te decían que los primeros por su fidelidad Dios les multiplicaba el tiempo (o al menos si no lo decían textualmente lo daban a entender en charlas, meditaciones, tertulias, etc.)
El hecho es que al leer el tercer libro de la trilogía de Gironella, sin pretender atribuirlo como prueba histórica, encontré este texto:
CAPÍTULO XXI
En la fecha anunciada, el veintiséis de septiembre, Ignacio y Mateo aprobaron en Barcelona el tercer curso de Derecho. Todo ocurrió como estaba previsto; los exámenes fueron "patrióticos", no hubo dificultad. Ignacio se presentó a ellos con camisa azul y cuatro condecoraciones de guerra; Mateo, con la estrella de alférez y una retahíla de emblemas y símbolos. Además, rubricaron con aparatosos ¡Arriba España! cada uno de los ejercicios escritos. Aprobados. Fueron exámenes colectivos, como las absoluciones en caso de emergencia. Colectivos y alegres. En las aulas, bromas y risas. Y fuera, a la salida —les dieron las notas en el acto—, himnos y canciones. Los cafés próximos a la Universidad se llenaron de aupas a la Revolución Nacionalsindicalista. En realidad, los aprobados fueron tantos que el porvenir jurídico de la región parecía garantizado por mucho tiempo.
La conclusión a la que llegué es que mitificaron a los primeros, y con ese mito a los que entramos después sin conocer la historia con más detalle... utilizaban cualquier cosa como mecanismo de presión...
Y así se van descubriendo una a una las mentiras que utilizan... quizá de "buena fe"... pero al final de cuentas, el fin no puede justificar los medios... y mentir o exagerar o mitificar para presionar a alguien a hacer lo que la institución exige... Lo peor de todo, pienso que utilizan directa o indirectamente el nombre de Dios (Dios les multiplicaba el tiempo a los primeros....)... meten a Dios en mentiras, mitificaciones orientadas a ejercer presión y conseguir sus fines....
Yo no puedo juzgar intenciones... pero lo que viene a mi mente cada vez con más frecuencia y con la perspectiva y tranquilidad que da el tiempo fuera del Opus Dei es el segundo mandamiento:
http://www.vatican.va/archive/ESL0022/__P78.HTM
No tomarás en falso
el nombre del Señor, tu Dios, porque el Señor no dejará
sin castigo a quien toma
su nombre en falso.
Para mi ese es el mayor error de la Obra, usar el nombre de Dios en vano.
Saludos
Xenpak.
