Mi escrito va dirigido al señor D. Francisco Cordero: La verdad no me quiero extender en este escrito porque no me gusta perder el tiempo. Su escrito me parece poco respetuoso. Soy muy amiga de la libertad, como decía, S.Josemaría y esa libertad es la que yo le solicito que Uste respete.

Usted critica que en esta página no se vive la Caridad y mi pregunta es: ¿sus comentarios son caritativos respecto a las personas que escriben en esta página?. Usted no deja títere con cabeza y yo le diría que antes de juzgar a los demás se mire Usted su ombligo y seguramente se dará cuenta que huele mal... Aquí no estamos en una película de buenos y malos: Allá cada cual y su conciencia. En lo que a mi respecta sólo me importa lo que es mi vida cara a Dios y lo que llevo en mis manos cara a él... pero ni me interesa decir que Psiquiatras de Navarra deberían hacer un estudio sobre el Resentimiento, si esta página tiene fecha de caducidad como un yógur, si el Josemaría Escrivá es santo o no... Si es santo S.Josemaría estese tranquilo que él hará que la Obra de Dios permanezca por los siglos de los siglos, luchará porque cese tanta injusticia cometida con gente que quiso morir en la Obra y que por causas ajenas a su voluntad acabaron siendo echados de ella y un largo etc.

No derrocharé comentario sobre lo que dice de la homosexualidad...

Y si le ruego, que por favor juzgue menos. En esto, ya que Usted alardea de estar tan cerca de la Iglesia, hay un principio que ella misma, estableció: que ni siquiera, la Iglesia tiene Derecho a juzgar en el interior de las conciencias. Le sugiero que no pise Usted terrenos donde ni siquiera los demonios se atreven a entrar. No sea tan osado y pida humidad en su oración.

Lea más el Evangelio: los que se acercaban a Jesús: es que éste es de tal, el otro de cual y qué le respondió Jesús? Así que D.Francisco Cordero haga honor a su apellido sea humilde y respete la libertad y no acuse. Al contrario, haga el bien y rece para que los "pecadores" de esta página "se conviertan" si es que alguno no lo está. Seguramente Dios le escuchará pero no por sus méritos sino por los Méritos que Cristo nos ganó en la cruz.

Un saludo,
Histri