Queridos orejas y amigos:
Mi experiencia no coincide para nada con lo que acabo de leer escrito por aragon. Durante algunos años he trabajado en colegios obras corporativas del opus y a todos los alumnos se les presiona todo lo que se puede para meterlos en el lado oscuro o en sus áreas de influencia.
Aragon ha tenido mucha suerte en que a sus hijos no les pasara lo mismo. Yo, desde luego, no pondría a mis hijos cerca de esta gente nunca, ni recomendaría a nadie que lo hiciera, y si alguien estuviera ahí porque no tiene otro remedio, más le vale que esté a la defensiva y no se fíe ni un pelo.
Un abrazo a todos.
Dionisio, el areopagita.