Personalmente no comprendo porqué tanta duda sobre como irse de la Obra: no creo que haya que pedir dispensa alguna. Si la tan traída vocación se basa en varias falsedades, como la falta de confidencialidad en la dirección espiritual, o el desconocimiento de todas las normas del plan de vida, sencillamente, esa supuesta vocación no fue real y la admisión no puede ser valida. Estamos hablando de datos objetivos, no subjetivos. Uno puede ingresar en la Trapa y descubrir que no es lo suyo, aunque de antemano conocía a qué regla se iba a sujetar. En el caso del Opus (no Dei) éso no ocurre porque se presenta un panorama en el que se ocultan aspectos fundamentales para dirimir la vocación y, además, se disimulan tales aspectos con la mentira.
¿La mejor forma de irse de la Obra? En conciencia no creo que haya problema para coger la puerta e irse sin más explicaciones. No creo que a Dios le duela que no demos explicaciones a quienes nos han mentido.
Por si fuera poco, la Tradición y el Derecho Canónico de la Santa Iglesia demuestran que las tácticas de la Obra hacen invalida toda vocación que se acabe frustrando ante la realidad. Eso por no hablar de esta vocación tan sui generis por la que ni se es fraile ni laico, sino todo lo contrario. O sea, un híbrido de vocaciones muy original, pero algo esquizoide.
Patton