Lo que hice yo cuando ya no pude más. Para Felipep.- Maurina
Fecha Wednesday, 27 January 2010
Tema 020. Irse de la Obra


Querido Felipep,

Me gustaría aportar mi granito de arena a tu situación. No conozco tus circunstancias concretas pero se parecerán mucho a las de cualquier persona que quiere irse y no sabe por donde empezar.

Primero te diré que el hecho de que hayas llorado me ha emocionado de verdad y para mi significa dos cosas: que tu cerebro emocional (la parte más antigua del cerebro humano) ha hablado y ese parte del cerebro es la que está diseñada para nuestra supervivencia, ergo, la segunda cosa. No quieres morirte, eso es la salida fácil lógica (lo que te dice el cerebro cognitivo, la parte más moderna) porque no cuadra con la otra, con tus emociones. Las ganas de morir, además, creo que indican que estás deprimido de verdad y la depresión, más que tristeza indican una ausencia de placer.

En mi caso, fui incapaz de llorar durante mi estancia en la Obra. Nunca lloré.

Segundo, te diré como hice yo cuando ya no pude más. Me pasé muchos días pensando cómo iba a plantear el asunto a quien llevaba mi "charla fraterna". Finalmente, el día que me decidí, sólo pude balbucear: "Creo que me quiero ir de casa". Mi "hermano" que llevaba mi charla se levantó de un brinco del sofá y me dijo: "tienes que hablar con el director". No me volvió a dirigir la palabra durante las pocas semanas que tardé en irme. Hablar con el director fue mucho mejor, para mi gusto, era una persona más afable y cercana al menos para mi gusto.

Ya sabes, porque supongo que lo habrás visto, que se te recomendará que te vayas sin hacer ruido, a escondidas y como un delincuente para no escandalizar y esas cosas. Hazlo como te dé la gana. Yo acepté todas las condiciones porque el objetivo final, que era salir, pasaba por ahí. Me dio igual. Sabes que cuando te vayas, se dirá que te has ido temporalmente porque estás muy enfermo, tronado o cualquier otra cosa. Perfecto, que se justifiquen ellos mismos como quieran, que se autoengañen como quieran. Qué más te dará a ti ya. Cuando salgas por la puerta para no volver más (aunque en principio es temporal y toda la historia) sentirás el sol o las nubes o la lluvia o la nieve o el viento de otra manera. A mi me pasó. Todo es nuevo y todo es maravilloso. Mi experiencia y muchas otras que habrás leído te dicen lo mismo. Es maravilloso y no pasa nada. Afuera hay muchas cosas espléndidas. No todo lo ajeno a la Obra es el demonio disfrazado. Yo salí con esta concepción (reconozco que era un problema mio) y me llevé infinitud de sorpresas como tú harás.

Yo viví la salida de algunas personas, algunas muy jóvenes, otras más mayores. Se me dijo que estaban enfermos y todo eso. Pero resulta que me los crucé por la calle a algunos y les vi mejor que nunca. Pinta de locos no tenían en absoluto, más bien todo lo contrario. La pinta de loco debía tenerla intentando evitar el encuentro y el cruce de palabras con aquel "loco" que se había ido de casa. Le seguí al cabo de poco...

Una vez fuera me crucé con algunas personas en la calle que habían vivido conmigo en algún centro y la tónica era decir "hola" si era inevitable el encuentro y apartar la mirada para no contagiarse supongo. En aquellos momentos recientes después de salir eso duele y te hunde un poco más. Ahora casi me río y me compadezco de aquellos. Con otra persona, tomaba café de vez en cuando pero él lo hacía a escondidas. Eso me ayudó una barbaridad, no sabes cuanto. Esa persona duró un par de años en la Obra... también se fue...

En fin, me alargo y, en conclusion: escoge un día, el que quieras, pero cuanto antes. Antes de febrero, por ejemplo y le dices a quien tengas que decirle: "me voy a ir de casa" o como quieras decírselo pero claro como el agua. Y le dices cuando. Antes de un mes. Punto. A partir de ahí todo va solo, por lo menos en mi caso me lo pareció. Aprieta el gatillo y ya está. El día señalado, haces las maletas y te vas. Cumple con tus condiciones laborales de preaviso, etc. si quieres dejar el trabajo y, si no, sigue allí. Consulta un abogado laboralista y le haces caso. El ruido no gusta.

En definitiva, suele ser un proceso más o menos largo más cuando coges las riendas y te responsabilizas totalmente de tu vida, experimentas la plenitud que todos buscamos. Y en las condiciones en las que estás de bruma mental, sigue tu instinto pues está diseñado para procurar tu supervivencia. Sigue tu instinto, es el camino más corto para tu salud, seguridad y coherencia aunque, intelectualmente, ahora no puedas entenderlo.

Un abrazo y si necesitas cualquier cosa que yo pueda brindarte, no dudes en pedir mi correo a Agustina.

Maurina

P.D.: He aprendido a abrazar hace relativamente poco tiempo. Abrazar de verdad a alguien puede curar muchas cosas...









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