Comentario sobre las cartas de Gica.- José Cervantes
Fecha Monday, 05 April 2010
Tema 010. Testimonios


Estimado Gica:

Quería hacer un par de comentarios a tus últimos escritos [escrito 1, escrito 2, escrito3]. En muchos puntos estoy de acuerdo contigo, y creo que dices cosas muy interesantes y de veras dignas de considerar. 

Por lo que he leído en Opuslibros y lo que he platicado con algunos ex, veo toda una gama de opiniones desde los que quisieran efectivamente que desapareciera el Opus junto con la Iglesia misma (pocos), los que quisieran que desapareciera sólo el Opus (una gran mayoría), y quien quisiera que el Opus cambiara (muy pocos). Soy de los ingenuos que quisiera que cambiara el Opus Dei, aunque soy consciente que eso está muy difícil.

Como bien dices lo más difícil es que el cambio venga desde la jerarquía eclesiástica. Veo más posible que desaparezca por simple vía natural, por deserción. Es el modo más claro como podría extinguirse el Opus: tanta carga reglamentaria excesiva, sin sentido y que además se esconde a sus miembros (como si conocer la constitución de un país fuera malo), y otra lista larga de defectos graves, puede acabar un día por dar al traste con una labor que pudo ser buena.

 En cuanto a la Iglesia, es interesante mencionar que acá en México y América Latina la izquierda política reconoce que para fines prácticos hay dos Iglesias: la de los pobres y la de los ricos. La primera ha estado y sigue al lado de los pobres: hospitales, casas de migrantes, escuelas en barrios marginados, labores con campesinos, etc. Esa Iglesia ha llegado a muchos sitios donde los gobiernos no llegan, aún en países como Estados Unidos, donde paradójicamente hay gran pobreza, un alto porcentaje, me parece que casi el 30%, de la educación y salud llega a través de la Iglesia. La Iglesia de los ricos también ha traído algunos beneficios, sobretodo cuando les recuerda a la clase en el poder que debe vivir la justicia.

Esta Iglesia cercana al pueblo, la que nos ayuda a superar nuestras debilidades, que de veras representa y nos lleva a Jesucristo es la que todos queremos. Ese es el cambio que me gustaría para el Opus Dei. En fin, se ve punto menos que imposible.... No llego a decir que sea una Iglesia de Teología de la Liberación abierta, que entre otros defectos comenzó la guerrilla en Centroamérica que luego trajo efectos tan deletéreos en esos países.

Sobra decir que el Opus Dei siempre ha estado lejos de los pobres, o cuando está con ellos es para ver qué les explota, como es el caso de las labores rurales tipo Montefalco en México que la mantienen según oí de más de un director, sólo para conseguir Numerarias Auxiliares. Dice el dicho que “en el pecado lleva la penitencia” y el Opus está en una crisis grave, que la está dejando muy maltrecha. Lo peor de todo es que no oyen consejo, a veces me parece que se acercan a un callejón sin salida, sobretodo a mediano plazo. Poco antes de dejar la Obra me acuerdo que apareció por la Residencia de Estudiantes donde yo vivía un ex-numerario, muy buen amigo, y me preguntaba: ¿Cómo ves a la Obra dentro de cien años? La pregunta es buena y creo que ameritará otro correo que les escriba con más calma y da para que otros también la comenten.

Por lo pronto Gica, te envío saludos y agradezco tus comentarios que del diálogo siempre vienen cosas buenas. Y por supuesto mando saludos a todos en la página, y apoyemos a Agustina en esta labor.

Jose Cervantes.









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