Abusos espirituales.- Ana Azanza
Fecha Wednesday, 09 February 2011
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Adjunto traducción de "Los abusos espirituales" para colgar en la web.

Uno de los autores Pascal Zivi, fue bautizado católico, de madre católica y padre judío converso al catolicismo. De adulto Pascal Zivi se hizo protestante. El libro está escrito desde la experiencia de abusos espirituales en general cometidos en comunidades protestantes. Por ello se habla mucho del pastor, del dirigente de la comunidad, de la lectura de la Biblia. A veces he hecho una traducción para ex miembros del Opus Dei, en vez de poner "pastor" he escogido la palabra "director".

No sé si es para alegrarse o para entristecerse enterarse de que también entre los protestantes, de los que tan mal se hablaba en las primeras ediciones de Camino (tenian el corazón seco, recordemos), también conocen este problema del fraude y el abuso de poder religioso. Pero realmente hay párrafos enteros con los que un ex miembro del Opus Dei no tiene dificultad ninguna en identificarse. Incluso se menciona la utilización fraudulenta de la expresión "nuestro padre" o "padre", sin que se sepa a menudo cuál es el de referencia, el celestial o el guía de la comunidad.

Se habla mucho en este libro de la utilización fraudulenta y descontextualizada de las citas de la Biblia en las que los responsables religiosos se apoyan. De las amenazas bíblicas al que abandona la comunidad, del agobio que en una comunidad "abusona" se da con respecto a la asistencia a las reuniones y la práctica de determinados rezos. "Igualico, igualico..." No me he dedicado con fuerza al estudio de la Escritura tras mi abandono del Opus Dei porque me interesa más la filosofía, pero lo poco que he leído sobre el tema ya me he dado cuenta de que la Biblia es un océano inmenso, y que a nosotros se nos daban cuatro recortes siempre los mismos de los que se hacía la lectura interesada que al Opus Dei le conviene. Cuando realmente no se trata de coger un versículo y azotar con él, tipo "Sal a los caminos y que se llene mi casa", o "la pesca milagrosa" o la "historia de Jonás" que se resistió a la vocación. Hay muchísimo más y cada uno de esos pasajes tiene su cómo, su porqué, su cuando.... Si Dios me da vida me encantaría aprender hebreo y más sobre la historia del judaísmo para entender mejor algo de lo que se me dieron "recortables" durante años. Lo poco que he leído ya me ha apasionado. Hay un tal Antonio Piñero en la religión digital que tiene mucho éxito con sus explicaciones bíblicas.

Las dos partes del libro son interesantes, merece una lectura detenida. No sólo para el que ha abandonado el grupo, también para los familiares del que llega con la maleta en la mano y unos cuantos años perdidos. Me llama la atención la segunda parte donde se distinguen las personalidades abusivas de los sistemas abusivas. En el Opus Dei tenemos los dos. Seguramente muchos de los que mueren ahí dentro tiene afinidad psicológica con el abuso. Explica de una manera muy sencilla el ciclo que toda víctima de un sistema abusivo sigue:

1. se entra por una necesidad, el cebo es que el grupo resolverá el problema.

2. enseguida se es víctima de actos abusivos.

3. etapa de conflicto interior, la enseñanza del grupo que parecía solucionar se percibe como fuente de conflicto. Este punto es clave, aquí la persona o bien decide salir o bien se convierte ella misma en parte del sistema abusivo.

4. los responsables del grupo saben del conflicto y le dicen a la persona que habrá cambios. La víctima cree en la buena fe de los responsables. Incluso se tiene la impresión de ver los cambios.

5. Vuelta al antiguo sistema: "si tienes problemas la culpa es tuya".

 

Esta rueda se puede repetir varias veces antes de salir.

 

Y por supuesto hace falta alguien que escuche y comprenda, porque cuando se ha vivido en la dependencia tenemos necesidad de hablar durante horas de lo que pasó. Es fundamental echar todos los años en los que se almacenaron pensamientos, sentimientos, reflexiones y críticas para las que no había lugar dentro, en nuestro caso, del Opus Dei.

 

Pero un ex miembro no tiene como misión reformar un sistema abusivo. Los sistemas patológicos no cambian, antes de salvar a los que están dentro, es preciso salvarse a uno mismo. Y hay problemas de flotamiento, de ambivalencia, de que se pasa un tiempo entre dos aguas, ni aquí ni allí. Todo esto es muy duro, pero tiene sus pasos, sus etapas, sus maneras de superarse. De todo ello habla el libro.

 

Hay mucho que rehacer: la afectividad, las imágenes mentales, los sentimientos que se disparan, todo un trabajo personal que lleva tiempo y paciencia.

 

Lectura altamente recomendable.

Ana Azanza









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