Sobre las pastillas.- RAMANA
Fecha Wednesday, 14 September 2011
Tema 105. Psiquiatría: problemas y praxis


No soy médico, ni siquiera de ciencias, pero vivo el problema del empastillamiento de forma muy cercana en un pariente, en concreto en mi hermano, completamente atrofiado tras 42 años de "vocación" y más de 20 empastillado.

Todo el mundo sabe que los psicofármacos son drogas, camisas de fuerza para el alma que solo en situaciones verdaderamente graves se deberían usar. Es muy sorprendente que una entidad religiosa que, con toda la razón, prohíbe el uso de las drogas en sus miembros se decante con tanta increíble falta de sentido, rozando lo delictivo, por decirlo suave, a favor de los psicofármacos en vez de hacerse un serio autoanálisis, un psicoanálisis en toda regla: individual (el Prelado y sus adláteres) y colectivo, como sociedad, para, con honradez y humildad, atinar a encontrar el motivo de todas esas tristezas, abandonos e "infidelidades".

Por cierto que a propósito de prohibir las drogas, no sé ahora, pero recuerdo en mi época, mediados setenta y ochenta, la vehemencia casi suicida con que fumaban nuestros mayores (yo era un adolescente, claro) y la humareda (adolescente y asmático) con que enturbiaban no solo el centro o los lugares de convivencia sino hasta las aulas del colegio (con catorce añitos!!!), no solo fumando los profesores sino permitiéndonos fumar a nosotros. Cómo molaba eso, qué mayor te hacía sentir, qué madre buena y sana era la Obra. Pero claro, eso comparado con la moda criminal del empastillamiento era una broma menor y venial. Lástima que no exista el infierno (aunque fuera temporal y en plan sustillo), quiero decir fuera del infierno que implica vivir y creer en algo como el Opus "dei", porque algunos se lo están trabajando a base de bien: esos psiquiatras "de casa" que apoyan las decisiones de los directores no solo contribuyen al mal, sino que posponen, a veces hasta la irreversibilidad física, la posible solución de los males de una persona, pero claro, como el "mal" es la propia secta, entonces no hay salida, todo para la mayor gloria de su dios y de su santo padre. Amén.

Ramana









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