Agradezco públicamente tantísimos mensajes de aliento; materialmente, no he tenido tiempo para responder e incluyo los de personas de la obra que se han puesto a nuestro lado. Gracias especiales a Javier que ha hecho posible la “reconstrucción” de Opuslibros. Bloquearon la web y también mi cuenta de correo personal –no la de Opuslibros– y de ambos hechos delictivos puse denuncia a la policía.
Saben dónde vivo. Sólo espero que no les dé por hacerme una fiesta sorpresa. (No sé por qué me acaba de venir a la mente el monje Silas de “El Código da Vinci”.)
Un abrazo,
Agustina L. de los Mozos