Es perfectamente previsible que se avecine una debacle en el interior del Opus Dei, y que muchas numerarias/os, ya tocadas, salgan corriendo en los próximos meses en busca de la Iglesia, el mundo y la sociedad reales.
Dejar el Opus Dei siendo numeraria dedicada a trabajos internos es irte con una mano delante y otra detrás, sin nada, más que lo puesto. Los que lo hemos sufrido damos testimonio de lo angustiosa que es la situación.
Agustina, ofrezco mi segunda vivienda como primera para quien deje la Obra y pudiera necesitarla un tiempo mientras se recoloca en medio del mundo.
adrenalina