Te confieso, y luego me cuentas...- Enriqueta
Fecha Wednesday, 09 November 2011
Tema 070. Costumbres y Praxis


Desde que pité, siempre me extrañaba el que al tener dirección espiritual con el sacerdote de la obra que me indicaban y estar yo contándole mi vida espiritual dentro de la confesión, el referido sacerdote me cortaba la conversación y me decía: ”te confiesas y después de darte la absolución, me cuentas todo eso”. Fueron pasando los años y conforme cambiaba el sacerdote, otra vez me repetía la misma frase, y claro, ya me sonaba raro.... ¿Por qué no podré hablar sobre mi vida espiritual conforme me confieso sino siempre después? Pero como me fiaba totalmente de la obra, porque era de Dios... pues silenciaba mi “espíritu crítico”. Ya empecé a abrir los ojos en el centro de “estudios” porque allí venía “el confesor”dos veces en semana para, exclusivamente, la confesión y luego estaba el sacerdote del centro, con el que hacías la charla cada 15 días y te preguntaba casi hasta el DNI. Mi sorpresa llegó cuando una vez vi reunidos en una sala de estar del centro de estudios al consejo local junto con un vicario y el sacerdote del centro a puerta cerrada...

Mis sospechas se confirmaban año tras año... En uno de los centros en los que viví, yo hacía la charla con una numeraria que no pertenecía al consejo local y -lo recuerdo perfectamente- una mañana pasé al lado de una habitación en la que estaban hablando la directora y la que llevaba mi charla. Entonces escuché que ¡la que llevaba mi charla lo estaba contando todo sobre mí!

En otro centro en el que viví, la puerta del confesionario daba al oratorio. Estaba rezando y llegó el sacerdote. La subdirectora entró al confesionario y como era un oratorio pequeño y se oía todo.... ¡le estaba diciendo al sacerdote lo que tenía que decirme cuando pasara yo! Ya, con un pié fuera de la obra, decidí ir a confesar a una de esas iglesias en las que confiesan sacerdotes de la obra sin que la gente lo sepa. Me parecía que aquel sacerdote tenía, por lo menos algo de sentido común. Cuando le conté a la directora con quien me confesaba, me dijo:”Solo nos confesamos con el sacerdote del centro que se nos asigna” Yo le dije que siempre me habían explicado que debía de ser del opus dei y con eso bastaba, pero me dijo que no, que con el del centro. ¡Qué mal lo pasaba!, abrir el alma con una persona impuesta.

Quiero recalcar que esto no solo se inculca a los miembros del opus dei sino también a las chicas jóvenes que van allí a confesar y a tener dirección espiritual. Si el sacerdote del centro no les convence por lo que sea y quieren que les atienda otro de la obra, hay que convencerla de lo contrario. Me decían:”Si queremos que pite fulanita, debe aprender a confesarse con el sacerdote que haya en el centro”. Dirección espiritual impuesta, ventilar en reuniones la vida íntima de las personas, no separar el gobierno de la dirección espiritual....eso hace mucho daño a las personas que inocentemente pitaron con 14 años, señor prelado.

Dice usted que “desde siempre conocíamos que -esto que describo- no es así en la obra”. Señor prelado, además de que eso es mentira, ”desde siempre”, realmente “desde siempre”, no se puede conocer nada del opus dei porque desde que entras te llevan “por un plano inclinado”. ¿Se le ha olvidado, señor prelado, lo que su fundador dejó escrito sobre el plano inclinado? Si de verdad se conociera desde que uno pita todas las aberraciones a las que va a ser sometido en materia de dirección espiritual y confesión, nadie pitaría señor prelado.

Por favor,dejen de airear la vida íntima de sus miembros, de las familias y de los menores de edad a los que “tratan”. Hacen mucho daño.

Enriqueta









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