Perdonar - Pedir perdón.- auckland
Fecha Wednesday, 30 November 2011
Tema 040. Después de marcharse


Se ha hablado de perdonar. Y efectivamente, si no se perdona no se puede avanzar. Cada vez me parece más claro que pasar página a nuestra vida en la Obra es muy difícil. ¿Imposible?, no sé. Algunos ya contamos decenas de años fuera y aunque creíamos que sí, la herida no cierra. En Opuslibros vemos como un montón de persona –¿miles?- de alguna manera permanecemos encallados a la espera de resolver este doloroso capítulo y no hay manera.

Al igual que nosotros no podemos cerrar esta puerta, la Obra no podrá avanzar, seguir su camino, si es que jamás lo tuvo, si no pide perdón. No puedo imaginar que prolonguen indefinidamente una insensibilidad sangrante y continúen como si nada hubiera pasado, sin que esta indiferencia tenga consecuencias para su continuidad. De hecho creo que ya las está teniendo y que por lejos que vivan de la realidad, algún día querrán detener la hemorragia.

Siempre he pensado que –más allá de una aparente hostilidad- esta página es una mano tendida, la oportunidad para la Obra de hacer algo que tarde o temprano deberá hacer: pedir perdón. Y lo es porque aquí y no en otro lugar hemos venido a encallar miles de personas que dimos lo mejor de nuestras vidas a cambio de una decepción.

Será cuestión de tiempo, reflexión sincera, cálculo de daños a su estructura, que cada vez son mayores o simplemente imposición de la Iglesia pero no veo futuro si no se restituye el daño hecho y el primer paso es conseguir el perdón de la víctima. Y es muy difícil perdonar –quizá imposible- si el perdón no se pide. Así de simple.

No soy optimista. En los años de publicación de Opuslibros sólo he visto dos intervenciones corporativas –por así llamarlas- de la prelatura y son para echarse a llorar: la demanda del Vicario General que me parece de un extravagancia que no merece más comentario y la de retirada de los documentos por los que muchísimas personas hemos conocido años después de marchar, qué era lo que se hacía con nuestras vidas y porqué.

Después de los miles de testimonios de una veracidad fuera de duda, de los gritos angustiados de padres, hermanos, de personas que permanecen dentro y que se acercan a Opuslibros porque dentro nadie les escucha, lo único que preocupa a la Obra es el derecho de una persona a no ser nombrada y los derechos de autor por unos escritos. No sé de qué paneta son cuando sus intereses fundamentales son estos, pero en todo caso la situación no invita al optimismo.

No sé si pretenden cerrar esta página. Se harían más daño a ellos que a nosotros porque con ello se cerrarían la única puerta que permanece abierta al perdón.

auckland







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=19024