De fiestas, marcas, inicios, víctimas y Cuenca…- Emevé
Fecha Monday, 13 February 2012
Tema 010. Testimonios


Hola Agustina y todos.

Escribo para saludarles en estas fechas de cercanía al 14 de febrero, especialmente a los sacerdotes como Enrique Pérez Ames cuya promesa de venirse por aquí y subir juntos al Macchu Picchu (aunque no sea geográficamente exacto, eso es lo que él me decía), me sigue resonando. Seguramente está más contento, en una casa más grande y rodeado de mucho más amor. Qué pena no haber podido hacer nada por él. Qué pena que haya tantos y tantas otros y otras que pasan lo que pasó él y no podamos hacer nada. Y lo que es peor, que su “madre” la Iglesia, pudiendo hacerlo, no haga nada tampoco.

Y también escribo para agradecer infinitamente el escrito de EBE, “Contrato perverso con el Opus Dei”, que me parece es (debería ser) el nuevo boom de opuslibros, altamente recomendable. Me gustan muchos párrafos, pero este me parece que resume lo que yo entendí: “Esa obediencia, con el paso de los años, no sólo no tiene retribución sino que además ha generado una discapacidad importante en varios sentidos (afectiva, profesional, económica, religiosa, etc.), una falta de crecimiento personal en razón de la renuncia (a su vez exigida por la obediencia)”...



Nos piden que digamos cosas buenas del opus, y yo solo logro pensar en anécdotas graciosas como las que cuenta Satur en tantos y tan bien escritos suyos, pero siempre es evidente eso que ahora dice EBE, que yo creo que ni por asomo llevaría a un niño a un colegio del opus. Es como si me preguntaran si llevarlo a la cueva de los leones le puede hacer daño si yo lo estaré cuidando de cerca todo el tiempo (que los leones también comen padres). Pues bueno, hazlo tú con tu hijo, yo al mío lo suelo llevar a lugares que me brinden más seguridad, aunque yo esté pendiente todo el tiempo, como los padres solemos estar, como los míos estuvieron. (Esto como indirecta respuesta a plp, y a todos los que siempre preguntan esas cosas y les respondemos estas).

Volviendo a mis reflexiones sobre el escrito de EBE (magistral, imprescindible para entenderse uno mismo, ¡gracias EBE!), esta discapacidad que genera ese perverso ejercicio de obedecer por obedecer, quemarse por quemarse, sacrificarse a tiquismiquis en vano, parece irremediable porque el tiempo ya no es el que fue, y lo que se debió aprender a cierta edad a ciertas otras edades es más difícil.

Pienso que las cosas no son siempre lo que parecen, es cierto que es muy duro y complicado, y que, en resumen, a la brega diaria venimos con desventaja, pero recordemos que todos tenemos un pasado, no todos tenemos vidas de películas de Hollywood, a uno le tocó padres peleando todo el día, a otro un hermano en drogas, a aquel el opus dei, al otro la secta de los adoradores del becerro y así todos con nuestras cargas emocionales, que nos marcan más o nos marcan menos, dependiendo de cómo nos tomemos las cosas en la vida.

La reconstrucción es nuestra propia responsabilidad y hay que meterle energía a eso. (Ya sé, siempre me repito pero a lo mejor algún día esto le sirve a alguien).

En resumen, me puedo pasar unos años perdida y confundida después de salir del opus (yo creo que me pasé 7 años así), pero una vez que lo descubres, que tomas el tema en tus manos y que empiezas a trabajar en tu recuperación, ya no hay excusas. Todos inventamos excusas, pero eso de hacerle daño a otro porque “yo cargo con problemas afectivos porque me hice del opus a los 14” (ok, yo a los 17 pero con la sensibilidad de 12 más o menos) es irresponsable, sin más.

Y he visto personalmente casos de gente que salió del opus “sin daño alguno” (como decía aquel otro que veía cosas buenas en el opus y que no se había quemado nada de nada) que a su vez dañan a quienes los rodean porque simplemente no toman conciencia del daño que sufrieron, solo por no parecerle a nadie un “resentido, amargado” como no temo parecerles yo, como no teme parecer nadie que de verdad ha querido recuperarse.

Sé que EBE no ha mencionado estos temas que yo menciono, soy yo quien al leerlo lo pienso y como lo pienso lo escribo: ok, acepto que no soy una super nova maravillosa e indestructible, así que acepto que soy humana y que esa presión a la que me sometí al hacerme del opus me hizo daño, entiendo el daño que sufrí, pero una vez que lo entiendo y lo curo ya no tengo excusas para parapetarme en mi papel de víctima y seguir victimando.

Víctimas, los del opus. Pobrecitos indefensos… PO-BRE-CI-TOS IN-DE-FEN-SOS… (ellos siguen en la maquinaria de la que yo GRACIAS A DIOS salí)… pobrecitos indefensos …

Australopitecus, me gusta la idea de tu película, yo le daría como más luz a la figura de nuestra heroína que hizo lo que nadie más fue capaz de hacer, y a cambio solo recibió el odio de una institución que usa el nombre de Dios en vano…

Dionisio, en el areópago deben andar bien las cosas, me encantó lo que dices y cómo lo dices (sobre todo lo de Cuenca, cómo me gusta Cuenca por Dios), voy totalmente de acuerdo contigo y es como siempre les digo a nuestros lectores: yo sé cómo es la cosa por allí, si no quieren creerme, el problema es suyo, pero conmigo no se queje nadie, que yo dije lo que sabía. Y respecto de si la Iglesia me cree o no, mejor que se me pregunte (a mí como a millones) si yo le creo a la Iglesia después de haberla conocido como la conozco.

A la milonga de “raza de traidores” ya ni caso, que lean el bendito “rincón del internauta casual y apenado” que ya no nos leerá más y que pase el siguiente.

Saludos a todos y ¡feliz san Valentín!

Emevé.







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