Escandalosamente imperfecta.- supOmal
Fecha Friday, 23 March 2012
Tema 010. Testimonios


Esta es la conclusión a la que yo he llegado, pero cualquiera podría fácilmente llegar si además de leer y saber como se vive ahí dentro (especialmente numerari@s y agregad@s), uno se molesta en profundizar mínimamente en sus comportamientos, desechando la cobertura policromada de sus múltiples fachadas y enfocándolo con el corazón abierto, sin prejuicios, sin fobias, pero también con juicio y con un mínimo conocimiento del mensaje de Jesucristo. 

Paso a contar detalles y vivencias como anécdotas para hacerlo algo ameno, pero en el fondo sabemos que la mayoría de sus procedimientos son los rutinarios, porque sabemos que son escandalosamente mentirosos cuando les conviene y son unos artistas en pasar el rastrillo por la arena del camino andado, dejando a su gusto sólo las convenientes huellas para aparentar una pretendida perfección...



Profesionalidad y trabajo: sin duda a la obra han pertenecido y pertenecen personas que han llegado a cuotas de prestigio relevante en algunos campos. Pero mi experiencia, repito, en mi particular tránsito por este mundo a lo largo de 50 años y en frecuente contacto con personas del Opus Dei, ha sido encontrarme con gente ordinaria (humanamente y profesionalmente) en el mejor de los casos, con mucho personaje mediocre o incompetente y con demasiados casos escandalosamente incompetentes.

Mis últimos contactos profesionales con personas de la opus ha sido con una agregada y una supernumeraria, mujeres de mediana edad a las que se dio empleo en una empresa de la que soy socio. Entraron por decisión de un encargado y con recomendaciones particulares de un sacerdote local de la obra. Qué desastre: a los pocos meses estaban en la calle y tuve que intervenir para que no las demandaran. Ambas con unos CV quizás envidiables pero muy postizos. Yo conocía lo suficiente a una de ellas (ella no a mí) y no me cuadraron nunca sus méritos.

Nunca he tenido socios que lo fueran y a los que pudieran haberlo sido jamás los pudimos aceptar por impresentables, no por ser miembros de la institución. A los muchos que conozco de distintos ámbitos, tanto amistades concurrentes, como empresariales y profesionales, a ninguno le atribuyo un mínimo éxito ni los puedo hacer resaltables en nada, al menos en lo positivo. Ya que en lo contrario, sí que puedo y en mucho. Por tanto, ser corrientes en lo ordinario con lo de la santificación del trabajo, poco. Aunque vete a saber si ahora, hacer las cosas mal forma parte de lo habitual y está incoporado como conducta corriente y ordinaria.

Como hijo: los mejores profesores que he tenido no eran de la obra, ni siquiera en los doce años de colegio corporativo. Los peores que tuve sí eran numerarios. Es entendible, que no comprensible, pues la mayoria son puestos a dedo sin la menor vocación docente y sus objetivos son otros. Escandaloso era el chantaje que hacían algunos para que asitiéramos a determinada actividad en el club: o vienes a la excursión o ya te puedes olvidar de aprobar la física. Recuerdo especialmente a uno que ya no es de la obra. Lo veo de vez en cuando y está hecho una piltrafa, eso si, muy elegante.

Como esposo: ya quedan poc@s, pero habían bastantes familiares por parte de la familia de mi esposa que lo han sido, amén de sus padres. Por tanto, el ambiente transpiraba “parfum d’opus deum” que te caías “pa trás”. Pero uno, ex-numerata, ya sabe con quién se la juega. Lo único positivo era que mi amada futura mujer no sólo no lo era, sino que santamente rebelde con la causa. Una bendición.

Aún pensando saber de qué iba el juego, que yo recuerde mi suegro me ha dirigido la palabra sólo un par de veces en veinte años. Vivimos en la misma ciudad y coincidimos casi quincenalmente amén de muchas otras razones. Mis padres y mis suegros sólo coincidieron el dia de la boda y en una cena previa para la presentación de la candidatura marital para su hija. Nunca más.

Siempre he tenido la sensación de que para ellos, los suegros, sólo se casó su hija. Si acaso con alguien, pero poco más.

Escandaloso a mi entender el comportamiento de gente que en teoría son “expertos” en família. Pero el concepto de família en la opus ya sabemos cual es. ¿Verdad?.

Como padre: lo mismo puedo decir que dije como hijo en cuanto a los profesores. Realmente malos los que por “casualidad” eran o son de la cosa. Qué escándalo y desastre de tutorías. Qué buenas también, pues tuvimos la suerte de tener a profesores extraordinarios, pero no eran ni son de la opus, ni por asomo. Advierto que conozco bien a casi todos y vivo en zona donde están todos los pisos, centros y clubs de mi ciudad. En mi escalera hay uno. Y esto va, tanto para ellos como para ellas, en colegios y demás y de todos los arcángeles. Vamos, que sé hasta con quién se confiesa cada un@.

Qué divertido cuando algún padre despistado y supernumerarito él que, con suma inocencia y celo apostólico se acerca para invitarte a retiros. ¿De qué vas?. ¿De qué dios me hablas?. ¿Y es gratis?. ¿Me puedo traer a mi mujer?...Glups!!, piensan los pobres. Qué fácil es desmontarles el tinglado.

Y qué escándalo cuando en cursillos sobre la adolescencia para padres, ni se inmutan cuando el afamado conferenciante afirma que a esa edad NO tienen derechos. Debemos intervenir sus comunicaciones, reventar sus intimidades,.. no sigo, se me despierta algo, como un dolor dormido.

Un alegría y un sueño: el último numerario.

Con cena y fiesta, un alegre alborozo por la satisfacción de haber recuperado el amigo. Mi hijo me llama para explicarlo, el último numerario que quedaba de su promoción del colegio vuelve a casa. Todos los compañeros del curso le rinden homenaje y se desplazan desde donde haga falta para no fallarle. Hace ya unos años que no sabían de él, lo destinaron a estudiar la carrera muy lejos.

Es que esta generación son unos linces, sólo pudieron pillar a tres y ya no queda ninguno. Y los demás, chicos sanos, formados, serios, generosos, cristianos cumplidores, con carrera, hijos de los que nos sentimos orgullosos y ahora más si cabe, se unen para apoyar al amigo, al compañero que perdieron. ¡Qué listos son!. Esos sí son majos de verdad, ¿no os parece ?.

Comentamos con mi mujer que esta generación ha tenido la habilidad de quedarse con lo bueno y hacerse impermeable con lo indeseable. Saben nadar, bucear y lo que les echen cuando de prelaturas se trata. Las principales canteras de la obra, los colegios, hacen aguas en cuanto a vocaciones. Si a esta altura no lo ven, es que Dios no permite que lo vean y desea que se vayan secando.

Pues el Opus Dei hace cosas buenas (sólo faltaría), lo que no significa que todo lo haga bien a pesar de que su pretendido objetivo fundacional sea de orden trascendental y su teórico fin último sea la salvación. Como sabemos, su consigna es atribuir los errores a sus miembros, pero nunca a la institución, pues se empeñaron en presentarla como fruto de la perfección divina, igual que a su fundador. Y esto es escandalosamente imposible, escandalosamente falso.

Pero ésta es su base, el mayor atropello al sentido común y no hace falta ni ser agnóstico verlo claro. Y como es un defecto estructural, de cimentación, más bien pronto que tarde se va a desmoronar. La masa crítica para el agrietamiento ya se superó hace unos años, ahora es sólo cuestión que las inclemencias de los tiempos hagan el resto.

Corporativamente quizás haya tenido un éxito mundano, pero humanamente es un rotundo fracaso. Duele decir que en parte es también un fracaso de la amada Iglesia Católica, que por fragilidad de sus máximos representantes se la ha tolerado o incluso elogiado. En descargo de Ella está su fe, casi ciega, en el ser humano (hijos de Dios) y en el desconocimiento de la escandalosa y verdadera praxis del Opus Dei, muy distinta a los documentos oficiales que ésta presenta ante la Santa Sede.

Saludos muy cordiales a todos y todas,....

supOmal

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