Vamos a suponer...- Perladeladriático
Fecha Friday, 30 March 2012
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Queridos lectores: en los últimos días, tanto por parte de muchos colaboradores, como por la mía propia, se han publicado diversos escritos que atañen a la vocación sacerdotal. Dada la trascendencia y la seriedad del tema quiero exponer algunas suposiciones que se pueden dar, y se dan, en la vida de un numerari@.

1.- Vamos a suponer que tengo 14,15 o 16 años... y estoy en contacto con alguna persona del Opus Dei Si yo soy una persona pitable desde el punto de vista de la caracterología opusina, esta persona me trabajará hasta conseguir mi pitaje.
Resultado: coacción. Me han atribuido una vocación. Yo no la he sentido. Quien me ha inducido al pitaje, no me conoce en profundidad, no sabe si tengo o no vocación y, no creo que para mi esa sea la voz del espíritu Santo...



2.- Vamos a suponer que, si yo he pitado de numerario siguiendo lo que ellos en el Opus Dei llaman una vocación a la vida en medio del mundo, sigo adelante con esta mal llamada vocación, inexistente a todas luces, y hago la oblación e incluso la fidelidad. Estoy suponiendo que pertenezco al Opus Dei. Que soy del Opus Dei.
Resultado: suposición falsa. No pertenezco al Opus Dei pues en una prelatura personal sólo pueden pertenecer sacerdotes. Los laicos son colaboradores de estos presbíteros.

3.- Vamos a suponer que yo pienso, siento, intuyo que quizá pudiera tener vocación al sacerdocio. He sentido una llamada pero dudo. Intento explicarlo a mi director espiritual, al sacerdote con quien confieso. La respuesta de estos personajes es: No, no tienes vocación al sacerdocio. Tu tienes vocación a numerario, a estar en medio del mundo.
Resultado: suposición falsa. Siguen manipulando mi conciencia. En este caso por no escuchar mis argumentos a favor de una posible llamada al sacerdocio. Ellos me atribuyen una vocación de numerario y me niegan una vocación posible al sacerdocio. Han coartado mi libertad.

4.- Vamos a suponer que, siendo numerario, mi director, por presunta indicación del Padre, me pregunta si estoy disponible para ir a estudiar al Colegio Romano y, si esta disponibilidad alcanza a la posibilidad de mi ordenación como sacerdote del Opus Dei. Yo, sujeto pasivo en la película de mi vida, en razón de aquello del buen espíritu, y aún no habiéndolo ni pensado en mi vida, debo decir un SI atendiendo a que, en la Obra la mayor exigencia es un “por favor”
Resultado: otra manipulación de mi conciencia y de mi vocación.

5.- Vamos a suponer que me ordeno sacerdote. Aún no teniendo vocación he accedido por aquello de la disponibilidad. No he pensado esta decisión pues impera la obediencia a la voluntad propia.
Resultado: ¿Se cumplen las condiciones para la recepción del sacramento del orden? ¿He recibido la llamada en primera persona? ¿Deseo este sacramento y este estado de vida? A mi me lo han propuesto otras personas que, atendiendo a las necesidades y a mi presunta e implícita disponibilidad fabrican una vocación. Siendo así las cosas: ¿Soy realmente sacerdote de la Iglesia Católica? ¿Es este sacramento, recibido en estas circunstancias, susceptible de obtener una nulidad?

6.- Vamos a suponer que no me hablan de dicha presunta llamada al orden presbiterial. Si, en cambio que, como me habían dejado clara mi vocación como a numerario y a vivir en medio del mundo, sigo mi vida dentro. Si esta vocación es venida de fuera, creada por otros, estoy entonces viviendo en la mentira. Estoy gastándome y machacándome para mantener algo que no existe como tal.
Resultado: la vocación de numerario no existe pues por una parte todos los cristianos estamos llamados a vivir en medio del mundo y, por otra, no hay ningún vínculo – a no ser el de simple colaborador – que me una a una prelatura personal. Una vocación que según ellos, no comporta votos, no comporta sacramento alguno, no comporta estado de persona consagrada.

7.- Vamos a suponer que, al cabo de algunos (muchos o pocos años) descubro el engaño en el que he vivido.
Resultado: ¿Quién reparará mis heridas cuando salga?


Creo haber entendido que Jesucristo fundó una Iglesia basada en la Verdad y en la Libertad
Habiendo fundado así la Iglesia, ¿puedo decir que la parcela del Opus Dei es Iglesia? ¿Puedo decir que la Iglesia Vaticana es mi Iglesia, dado que supuestamente conoce estos hechos y otros tantos miles?

¿Por qué mi Iglesia no actúa? Suponiendo que siendo numerario me hubiera ordenado sacerdote atendiendo a mi “disponibilidad” pero no a mi vocación verdadera, ¿la Iglesia admitiría este sacramento como válido?

¿Cuánto tiempo deberá pasar para que la Iglesia invalide esta farsa?


Perladeladriatico







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