Mujer OPUS.- Aloevera
Fecha Wednesday, 11 April 2012
Tema 010. Testimonios


MUJER “OPUS”

Publicado en Religión Digital, Antonio Arandillas, 11/04/2012

 

Suponía, -era de esperar-, que algunas personas se pusieran en contacto directo conmigo a propósito de mis reflexiones sobre el Opus Dei. A continuación presento un extracto de los comentarios efectuados por una mujer que fue miembro de la Obra. El tema se concreta en el trato que en ella recibe la mujer como mujer. Respondo de la veracidad de su testimonio, disponiendo de razones que lo avalan muy cumplidamente.

 

. “Tuve siempre absolutamente prohibido el trato con los hombres. Y, por tanto, me sentí absolutamente discriminada. La puerta de mi despacho en la sala de arte tenía que permanecer siempre abierta. Cuando algún cliente o pintor me encontraba por la calle, no podía permitir que me saludara, y menos que me acompañara, y muchísimo menos subir con él en su coche, aunque estuviera diluviando… En la residencia de los chicos las mujeres no podían coincidir con ellos jamás, teniendo que realizar verdaderas filigranas para evitarlo… El director se comunicaba con la directora prácticamente con señales o signos ya convenidos”...



. “La autoridad, identificada siempre con el hombre y masculinizada hasta sus últimas y más divinas consecuencias, se nos presentaba siempre sacralizada. A los sacerdotes, por ejemplo, teníamos siempre prohibido mirarles a la cara, y para con el “Padre”, la relación de respeto y divinización alcanzaba las cotas más altas. Previa la invocación “Pax in aeternum” nos comunicábamos por teléfono con los sacerdotes, teniendo que recurrir al confesionario para cualquier otra comunicación”.

. “Dios se nos presentaba como Padre, pero muy justo y muy justiciero, que da mucho, pero que a la vez lo exige todo. Dios te salvará solo si le eres fiel. Si por alguna circunstancia decides marcharte y dejar la Obra, te resaltan hasta no poder más que el hecho de tal “infidelidad” a Dios supondrá de ahí en adelante la negación por su parte de los medios necesarios para conseguir la santidad, corriendo hasta el riesgo de merecerte la condenación eterna.”

. “El prójimo está constituido “por todos los demás”, que no sean de la Obra, que ciertamente tienen alma y por eso hay que quererlos, darles ejemplo, rezar por ellos y arrastrarlos hacia la salvación. El prójimo son los otros, con el convencimiento de que son menos que nosotros, que somos ya perfectos, o estamos en camino de serlo, con gran capacidad de entrega, inteligentes y sus preferidos…”

. “El ideal para la mujer pasaba y pasa por la discreción, la docilidad, la “prudencia”, el dejarse llevar, la fidelidad a la letra, sin glosa e interpretaciones personales, dispuestas a aceptar el machismo, planchadora, fregadora, cocinera, guapa, bien arreglada y que sepa hacer siempre un buen papel y convivir con todos”.

.”¿La maternidad? Para las numerarias, es este un término del que no se hace jamás referencia alguna, evitándote la posibilidad de que por algo llegues a sentirte madre. Expresamente se nos dice a las numerarias y a las agregadas, que no es aconsejable que cojamos ni a los niños ni a los gatos en brazos. Se nos aconseja que les neguemos el amor a los animales…Reconozco que yo misma me sentía culpable cuando en alguna ocasión cogí a mis sobrinos en brazos…Creo que hay que tener presente la contradicción que entraña el hecho de que, por una parte, nos hagan desarrollar a las mujeres al máximo la capacidad de entrega y de sacrificio y de pensar en los demás, y por otra nos cercenen cualquier inclinación hacia el afecto, la ternura, la maternidad…Con el eslogan “haz lo que debas, y estás en lo que haces”, la atención que hay que estar siempre colocando en la actividad a realizar llega a ser hasta obsesiva y patologizante.

“¿Iniciativas…? Por parte de la mujer, prácticamente nulas. Las iniciativas ni son ni carismas ni gracia de Dios. A la mujer no le es dado aspirar a tenerlas. Si cree que las tiene, ha de considerarlas como tentaciones diabólicas y como prueba de la soberbia que anida en su alma. Tal vez por eso, el animal preferido en la ascética de la Obra es el burro con su mansedumbre y sus orejeras sempiternamente puestas”.

. “La corrección fraterna entre las mujeres es ejercida con frecuencia, con aplauso espiritual y complacencia jerárquica…Respecto a la familia tengo que decir que todos los esfuerzos de la Obra se dirigen a que la numeraria y la agregada logren el convencimiento de que ella –tu propia familia- es y tiene tan solo el valor de haber sido medio e instrumento del que Dios se ha valido para su entrega a Él a través de la Obra…”

. “Y si por alguna circunstancia dejas la Obra… ¿están programadas algunas ayudas…? Quedas a la intemperie social familiar, religiosa, profesional y económica, aun cuando se hubiera entregado, y hubiera entregado todo en su vida…Todo lo contrario, Pero de esto, hoy por hoy, prefiero no hablar”.

 

NOTA: Con el consiguiente sentido reverencial a cuanto sea, y se presente, como obra de Dios con letras minúsculas, y más si estas son todas mayúsculas, sería injusto no formular por mi parte, en relación con un tema de tanta importancia como es el referido a la mujer, al menos la siguiente pregunta:¿Es esto –todo esto- Iglesia?







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