Completamente de acuerdo con Vega.- Leo Boig
Fecha Wednesday, 06 June 2012
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


Me ha gustado mucho el escrito de Vega sobre la moral sexual. Opino lo mismo. Tomás de Aquino vivió una época en que no podía disponer de los conocimientos actuales sobre antropología, psicología y biología. Por ejemplo, desconocía por completo la teoría evolutiva; una teoría que nos ha aportado luz a la comprensión de muchos fenómenos, entre ellos la sexualidad...



La sexualidad es en apariencia sencilla y fácil de entender: se tienen relaciones sexuales para tener hijos; pero encierra muchos mas aspectos como nos comentaba Vega. Por ejemplo, los bonobos o chimpancés enanos utilizan las relaciones sexuales para fortalecer vínculos y, entre otras funciones, como elemento de disminución de tensiones en el grup, por ejemplo, tras el ataque de un depredador. Esta especie de chimpancé es muchísimo mas pacífica que la otra especie (el chimpancé común). La sexualidad juega un papel importante en sus relaciones y los hace más pacíficos: nada que ver con la tremenda violencia que a veces despliegan la otra especie dentro del grupo. Violencia que incluye el que podríamos denominar “asesinato”. La Wikipedia dice del chimpancé enano: “La especie se distingue por la tendencia a que sus individuos anden erguidos en ocasiones, por su cultura matriarcal e igualitaria, y por el papel preponderante de la actividad sexual en su sociedad”  Recomiendo la lectura del articulo completo (el texto en inglés es más extenso) y después reflexionar sobre lo que entendemos por “ley natural”.

Tomás de Aquino fue un pensador original en su tiempo, incorporó de forma “estable” a Aristóteles a la filosofía cristiana y fue un contrapunto a la tremenda influencia del platonismo agustiniano que nos aleja tremendamente de la realidad; pero su pensamiento quedo esclerotizado por la escolástica y la forma innovadora de pensar de Tomas de Aquino se perdió en un afán de ganar seguridad, de fijar, casi diría que de dogmatizar el pensamiento filosófico. Esa esclerotización es mantenida a capa y espado por importantes sectores de la iglesia que parece que se niegan a mirar más allá. Por descontado que sitúo al Opus Dei dentro de esta tendencia que parece que cierra los ojos a las aportaciones de la antropología, psicología, biología, etc.

Para defendernos de les desviaciones y perversiones de la sexualidad (que por supuesto las hay) no necesitamos escudarnos en una sexualidad prácticamente ligada a la reproducción.

Siempre me ha resultado curioso el ocultamiento prácticamente absoluto de la sexualidad en el Opus Dei y el realce, a veces escandaloso, de otra de las funciones primarias humanas: el comer. A la comida y al comer se le dedica una gran cantidad de energía y esfuerzo en la Obra: buenos productos, buena presentación, buen servicio, persona que dedican gran parte de su vida en la obra a estos quehaceres … Para ser coherentes como se trata la sexualidad en la Obra, se debería tratar la comida con una austeridad tremenda y alejarla de cualquier pomposidad, recreación, lujo o, incluso, función social. Pan (en la cocina occidental), agua, un plato de verdura y fruta y, de tanto en tanto, alguna aportación de proteínas extra deberían bastar. Se ahorraría todo el dinero, el tiempo y la gran energía humana desplegada para dedicarlos a otros fines más en consonancia con las creencias cristianas. Cuando se invitase a algún importante representante del Vaticano este quedaría sorprendido por la gran frugalidad de la cocina en lugar de por el lujo y la pericia en cocinar que hay en el Opus Dei. Pero esa es otra historia.

Un abrazo para todos y todas y especialmente para aquellos y aquellas que la sexualidad en la obra representó un calvario por la estrechez de miras con que se trataba (pureza, pureza y mas pureza)

Leo Boig







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