La mayoría de lectores no me conoce de nada, salvo de lo que escribo; un mínimo porcentaje me conoce por escrito y un cero punto algo por ciento me conoce en la vida real, se ha tomado un café conmigo y hemos compartido espacio, tiempo y risas, muchas risas.

Soy una mujer que vive riéndose, así que me llama poderosamente la atención cuando alguien me dice que al leerme me nota muy enojada: cámbienle el chip al tonito de lectura, porque no escribo molesta. Escribo lo que pienso, eso sí, con tono de “es así como pienso” y ya.

Todo este preámbulo para decirles que lo que voy a decir a continuación no va con tono de molestia, o enojo, o nada similar, va con tono… resignado…

Es que yo siento que sí ha ganado el opus, que sí nos viene ganando, y que sea cosa de Dios o cosa del diablo, es lo de menos, porque va ganando.

Y, me dirán: ¿desde cuándo esto es una guerra?

Es una guerra desde que demandan a la coordinadora de la web y la obligan a no publicar los documentos secretos, por muy mal que nos suene que tengan cosas secretas, nos han ganado: ya nadie más va a saber lo que todos los que sí los leímos supimos y ese secreto es su ganancia.

Califico como chapucería el asunto de Kaiser, porque –como ya dijo Sirdan-, no puede una jueza obligar a una web que no pertenece a Kaiser ni cobra por publicar, a publicar una sentencia. Y opuslibros la publica, y sin linkear toda la historia. Yo sugeriría poner un apartado en la web que diga “Represalias tomadas por el opusdei contra esta web” y colgar un link “Demanda a la coordinadora de la web” con todas las noticias al respecto, y en otro link “Demanda a un colaborador de la web” con TODA la historia de Kaiser, es decir, su “rectificación” (que curiosamente usa las mismas palabras de la jueza en su sentencia…), su sentencia y la aclaración de Carmen Charo. Que quien entre a la web se entere de lo que hace el opus. Y si se asusta, que tome sales tranquilizantes y siga su vida.

Ya sé que lo que suelo proponer o es rechazado o jamás se hace, pero no quedará por no haberlo dicho con tiempo.

Sigue ganando el opus dei porque apostaría mi salario mensual (¡el pan de mi niñ@! Como dice Sabina) a que nadie va a hacer el menor caso a la propuesta de Ana Azanza: “sólo hay una salida, nombres, fechas, lugares de trabajo de todos los que habéis sido "contratados" como esclavos por el Opus Dei. A ver si ahora resulta que nos lo inventamos, lo diga una juez lo digan tropecientos”. Y es que ni siquiera

¿Que yo las quiero obligar a salir del anonimato para darme gusto? Para nada chicas, me da lo mismo. ¿Que siento que sigue ganando el opus? Pues sí, eso sí es cierto. Ya lo dicen CarmenCharo y AnaAzanza con la vehemencia y valentía que las caracteriza, que el opus vive del miedo que nos mete. Y va ganando.

Así es, sigue ganado el opus. Acabamos el sexto mes del año y no llevamos cubierto ni la mitad del presupuesto anual de la web.

¿Y qué pasará cuando a Agustina se le acaben o los ahorros, o la paciencia, o la valentía?

Se acabará opuslibros, claro, y acabará de ganar el opus.

Como dice el Maestro: “Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí?”

A mí, nada. Yo tuve la bendición de encontrar opuslibros a tiempo y de reconstruirme. Y de poder vivir tranquila y feliz sin acordarme del opus (aunque ellas, las chicas de más de 60 años sí se acuerdan de mí para decir que estoy loca, claro) y he dado energía y tiempo a intentar devolver a esta web todo lo que me dio. Sigo pendiente, sigo atenta, sigo queriendo mucho. Y nada más.

En resumen, lectores, beneficiarios, somos una sarta de indiferentes del carajo. Posiblemente no seamos (perdonen el francés, pero esas palabras son de ellos, no mías) una sarta de maricones, lesbianas, esquizofrénicos, putas y locos, pero sí somos una sarta de indiferentes, frí@s y asustad@s viej@s que ya sabemos que no vale la pena ilusionarse por un ideal y que ya sabemos que lo mejor es cuidar nuestro ranchito pequeñito, porque si no, nos puede pasar lo que a Kaiser le pasó, por “entusiasta”.

¿Ahora ya entienden por qué pienso que ganó el opus?

Ojalá hubieran más jóvenes como Kaiser, más gente que se entregue y se entusiasme en ayudar a los demás.

Ojalá lo haya, pero no lo hay. Yo no soy Kaiser.

Lo que sí sé (y que al opus no le importa) es que Dios existe, y mientras yo tenga vida, le seguiré pidiendo ver con mis ojos la justicia. No sé si me lo concederá, pero a lo mejor todos los miedositos del mundo entero que leemos esta web podríamos al menos rezar eso “cor unum et anima una”. Esa es mi intención especial, la digo franca y abiertamente porque creo en la luz, en la verdad y en la vida.

(Seguiré por aquí mientras Agustina tenga energía y me tenga paciencia, por lo menos de apoyo moral le serviré y mi cara y mi nombre siguen donde están, que por lo menos quienes me conocen y saben que de loca no tengo nada, me oyen cuando les digo la verdad).

Saludos a tod@s

Emevé