Porque estuve enfermo y en la cárcel…- Vega
Fecha Monday, 09 July 2012
Tema 020. Irse de la Obra


Quizá no haga bien, pero no tengo má remedio que comentar el texto de Diletante que se publica el viernes 6 de julio.

Diletante no solo es diletante, también se podría llamar "displicente". Como él no ha tenido problemas para salir, como no le han acosado ni negado la palabra y como han acudido hasta a su boda, la conclusión que saca es que algo funciona mal en la cabeza de los ex-opus que suelen escribir aquí.

Yo creo que muestra una ligereza y una falta de empatía notables, aparte de una ignorancia sorprendente sobre los mecanismos psicológicos que aprovechan a fondo las sectas para reclutar, lavar el cerebro y mantener sometidos a sus adeptos, del daño que esto causa a la mente, y del esfuerzo de reconstrucción mental que implica para los que consiguen librarse...



No todo el mundo tiene la misma susceptibilidad al lavado de cerebro, como no todo el mundo tiene la misma susceptibilidad a la diabetes, sin que eso sea motivo para que el que tiene menos susceptibilidad mire por encima del hombro a los que tienen más.

No parece (por lo que he leído) que el Opus trate exactamente igual a todo el mundo. Es decir, sí lo hace en general, pero tiene sus motivos para hacer excepciones, generalmente relacionados con el lustre familiar, la situación social, el poder, las ganancias... es decir, que con quien les conviene quedar bien cuando se van, quedan bien, y a quien les conviene dar cuerda larga mientras están dentro, se la dan.

Como los casos mencionados aquí de personas que por su notoriedad en algún campo conviene tenerlas de "escaparate" por excepción y que parezca que tienen personalidad propia y brillo, para lo cual hay que dejarlas a su aire. Así ha sido siempre. Tom Cruise es más rentable para la Cienciología dejándolo libre, y Picasso era más rentable para el Partido Comunista Francés dejándolo ser un artista extravagante y un peazo burgués.

Si Diletante pertenece a alguna de estas dos categorías o a las dos, la del poder social y económico o la de notoriedad excepcional, lo que debería hacer es felicitarse de su fortuna, como el tipo a quien los piratas respetaban la vida porque podían obtener un buen rescate. Pero no es ese motivo para despreciar a los pobres diablos (la mayoría) que no tenían esa suerte.

En cuanto a lo de pasarlo bien durante años y tener recuerdos felices, quizá eso requiere la misma indiferencia y la misma falta de empatía hacia los demás que se muestra en el escrito.

Porque, si no se está obnubilado y abducido, y se tiene la cabeza bien, como parece que es el caso, y como se presume de ello... ¿cómo ser feliz servido por mujeres tratadas como esclavas silenciosas, sin salario y sin derechos? ¿Cómo ser feliz dedicado a engañar a otros para reclutarlos? ¿Cómo ser feliz diciéndoles que mientan a su familia y esquivando padres angustiados que vienen a intentar recuperar a sus hijos? ¿Cómo ser feliz viendo desaparecer de vez en cuando a ex compañeros que ni se despiden y de los que no se vuelve a hablar nunca como si no hubieran existido? ¿Cómo ser feliz viendo a otros empastillados? ¿Cómo ser feliz viendo la intimidad de los demás manoseada en reuniones y fichas?

Solo la enajenación mental inducida es un atenuante suficiente para esa conducta, y esa enajenación mental inducida es precisamente la que causa el dolor y sufrimiento que se relata tantas veces en este sitio, y que desprecia tanto Diletante.

Finalmente: el espectáculo del dolor del mundo no es agradable. La vida no es una comedia de Disney Channel, donde lo peor que pasa es que no te inviten a un cumpleaños.

Un hospital de campaña no es un sitio divertido. La enfermedad huele a enfermedad. Sin embargo, también son sitios y situaciones donde hay alegría, esperanza y mucho esfuerzo, como saben bien quienes ayudan o trabajan en ellos. El trabajo de curar y curarse requiere ambas cosas: esperanza y humor, pero también no esquivar el espectáculo del dolor y de las heridas. Es nuestro destino como humanos. Encararlo con valor y ecuanimidad, compartirlo con compasión, es lo más alto que podemos hacer. Es lo que pienso sinceramente.

Diletante parece pensar que quien expone aquí heridas da un espectáculo "de mal tono", o algo así. Que quien salió con esas heridas y estafado es por su propia debilidad, y no por culpa de la secta que le sometió. Y que en el Opus se lo puede uno pasar fenomenalmente y ser muy feliz, a la vez que su espíritu sigue entero y sin ser quebrantado, independientemente de cómo lo esté pasando el resto. Pues vale.

Seguro que la vida le reserva derrotas, dolor y dependencia de la buena voluntad de otros. Esperemos que encuentre, cuando eso llegue, algo distinto que otros Diletantes para que le consuelen y le ayuden.

Lo que no cuadra es pintarse a sí mismo como "no afectado" por su paso por el Opus. Hombre, a mí me parece que sigue viviendo en esa especie de burbuja en la que los demás no importan como personas de carne y sangre, y el dolor, la manipulación y la explotación del prójimo ni se ven aunque se tengan delante. Si eso es no estar afectado...

Aclaración: Yo no he pertenecido nunca al Opus (aunque lo conozco en lo que se puede conocer desde fuera, y aunque he pasado por la experiencia del acoso y el intento de control en un contexto distinto). Por lo tanto no hablo porque respire por la herida o me sienta atacada. De hecho, yo he resistido más que Diletante, si se tratara de presumir, ya que a mí nunca me reclutaron, aunque lo intentaran.

Vega







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