Apréndelo de memoria, para que haya siempre, en tu cabeza y en tu corazón, y en tu camino, luces claras. Después…, a orar, a trabajar y a estar alegre - con la alegría del que se sabe escogido por su Padre del Cielo-, para hacer el Opus Dei en la tierra, siendo tú mismo Opus Dei (Prólogo del Catecismo de la Obra, 2010)...

Escrito por San Josemaría Escrivá, evidencia la necesidad que todos los fieles de la Prelatura hayan de conocer las normativas de su Institución, al punto de imperar que se aprendan de memoria. De hecho, en los cursos anuales se rinden exámenes de cada punto, los cuales deben ser memorizados tanto en su respuesta como en el comentario a la respuesta. Es una solicitud muy interesante porque las sectas también solicitan se emplee la memoria para aprender algunos textos bíblicos y sus comentarios dentro de su afán proselitista.

Prosigue Escrivá que el motivo de aprenderlo de memoria es para tener “…luces claras…”, es decir, para vivir al modo como él ha previsto. De acá se desprende el inicio de la instrumentalización de las personas en la Obra. Se convierten en robots que actúan dirigidos por manuales, puesto que hay más documentos que el Catecismo de la Obra para regir la vida de los fieles. Además, sabiendo que no siempre la reducción de la voluntad es grata, añade que se debe “estar alegre”. Es de suponer que ya los primeros seguidores de Escrivá no se sentían contentos en ser meros sirvientes de la voluntad del Fundador y la cuestionaron, al punto que Escrivá añade “…con la alegría del que se sabe escogido por su Padre del Cielo…”. Quiebra así cualquier razonamiento que se pueda hacer de la norma con un Deísmo propio del carisma del Opus Dei. Se hace, obra y dice porque así Dios lo ha querido desde siempre; porque es parte de la “llamada” y la “llamada” proviene de Dios mismo para “…hacer el Opus Dei en la tierra…”.

La mentalización paulatina de todos los fieles del Opus Dei en la creencia que su Institución fue fundada por el mismo Dios y que los Directores gozan de especial gracia para trasmitir la Voluntad de Dios, se lleva en plano inclinado, siempre acaramelado el carisma del Opus Dei con argumentos de que es divino y está conforme a la doctrina y modos de la Iglesia Universal. Argumentos que confunden al fiel del Opus Dei y le llevan a la despersonalización y creer que el Opus Dei es la Iglesia.

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