Pensando y recordando.- Recordando
Fecha Friday, 21 September 2012
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Ya sabía yo que el tema de Víctor traería cola porque que una persona joven se suicide es algo tremendo pero, sobre todo, porque en la obra no quieren ni oír hablar de esa "palabra".

 

Me vais a perdonar, pero me voy a mantener en el anonimato por salvaguardar mi intimidad, porque ahora soy  una persona de las que se pueden considerar normal y cuando era numeraria, aunque solo me intenté cortar las venas una vez por cobardía, mis deseos de morir eran continuos e intensos. La muerte se presentaba como la única salida.

 

Pité unos días antes de cumplir los 15 años y al mes ya me quería ir de la obra, pero no me fui hasta veintitantos años después. El calvario que pasé solo lo sabemos Dios y yo.

 

A los 28 años pisé por primera vez la consulta de un médico, en concreto de una agregada. A los 36 años había ido a 2 psicólogos, 2 internistas y 4 psiquiatras.

 

A Pensando le digo que ninguno  me dio el mismo diagnostico, desde una distonía neurovegetativa, que yo sepa no es nada, hasta depresión endógena recurrente con rasgos obsesivos de personalidad, pasando por lo que quieras...

 

Recuerdo una conversación con la directora de San Miguel, dando un paseo, que le dije que mi única salida era la muerte porque no me quería ir “de casa” para no ser infiel, pero que no me podía quedar porque en la Obra, recuerdo que le dije, me falta la respiración. Le pareció de lo más normal, por lo menos, no me dijo nada.

 

Tuvo que ser algo externo a la obra el detonante para que yo viera la luz. Un día fui a por medicamentos a la Seguridad Social y me atendió un médico sustituto que me dijo que volviera al día siguiente sin cita. En mi centro no le dieron importancia y me dijeron que fuera sola y al llegar, ese medico me pasó, saltándose todos los pasos de la sanidad pública, a un endocrino muy amigo suyo que nada más verme me dijo que tenía anorexia y, sin preguntarme nada, me miró a los ojos y sus palabras fueron como un aldabonazo en mi cabeza y mi corazón: “en tu vida hay algo que no va, o lo cambias o te mueres, elige...”

 

No sé cuánto tiempo transcurrió pero el endocrino me plantó delante de un psicoanalista que, después de hablar con él, me dijo sin ningún problema: o te vas de la obra o te mueres....

 

En mi centro no les dio tiempo a reaccionar pero a mí, sí. Y aquí estoy, viviendo la vida, sin necesitar ningún médico. Trabajando mucho y procurando ser buena esposa y buena persona.

 

¿A mí me vas a decir, amigo Pensando, que la obra no es la causa del suicidio de Víctor? Por desgracia, de Víctor y de muchos más.

 

Y guárdate tu sabiduría y tus eufemismos para otro momento: causa, detonante, circunstancias... y para colmo creo que por Valencia se dice que el pobre chico murió de leucemia...

 

A mí, amigo Pensando, para saber hasta qué punto la obra puede ser causa de un suicidio, no me hace falta pensar, porque me basta con recordar.

 

Recordando









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