Para quienes siguen dentro, al cumplir en estos días 40 años en Casa quiero hacerles una triste confidencia.
Lo que ustedes, hermanos míos, nunca escucharán de los directores regionales del Opus Dei es: NOS EQUIVOCAMOS, HEMOS PROCEDIDO MAL; TE PEDIMOS PERDÓN.
Eso podrán escucharlo de sus padres, de sus amigos, de sus compañeros de trabajo, hasta de Juan Pablo II o de Benedicto XVI... pero no de las autoridades de la Prelatura. Nunca. Ellos son infalibles.
En alguna ocasión leí que nuestro Padre habría suprimido del diccionario algunas palabras, no recuerdo si eran "imposible" o "después" o alguna otra. Tal vez él (o algún otro) fue más allá y de paso suprimió la palabra "disculpas".
Ya algo había experimentado al hacer mis reclamos por algunas cuestiones puntuales (proselitismo con adolescentes casi niños, fraternidad rara, espiritualidad farisea, dirección espiritual mecánica e impersonal) y nunca recibí de los directores regionales más que "te equivocas", "estás muy fatigado", "necesitas más visión sobrenatural" y otras respuestas del estilo. Al poco tiempo fui separado de todos los cargos: ¡me hicieron el gran favor!
Pero desde la carta del 2 de octubre de 2011 estoy muy mal. Uno puede perdonar un error, una reacción, una ofensa. Todos tenemos mucho de qué ser perdonados. Pero un engaño malintencionado es otra cosa. Acaba con algo esencial: la confianza. Nuestro Padre llamaba la atención a la "falta de filiación" como un gran peligro. ¿Y la "falta de paternidad"?
Afirmar que "desde siempre" la dirección espiritual se hizo como señala esa carta es una tomadura de pelo y un insulto a la inteligencia de miles de personas que SABEMOS que ESO ES ABSOLUTAMENTE FALSO, contrario a lo que hemos aprendido (¡apréndelo de memoria!) en las alienantes sesiones de catecismo de la Obra.
Este hombre (¡el Padre!) no dice la verdad, no reconoce los hechos evidentes, cree que somos una legión de idiotas.
Pero no lo somos.
RobertLeeJones
PD: Recuerdo que escribí en una carta al Padre la propuesta de incluir, entre los sufragios de noviembre, a los "ex miembros de la Obra fallecidos". ¿Le habrá llegado?
