Las mentiras de Mons. Escrivá: Petición de la Embajada USA a Escrivá.- Doserra
Fecha Monday, 12 November 2012
Tema 070. Costumbres y Praxis


Las mentiras de Mons. Escrivá:

4. El caso de María del Carmen Tapia


1. d) Petición de la Embajada USA en Roma a Escrivá

Doserra, 12/11/2012

 

Las respuestas negativas de Escrivá, de su Consiliario para la Obra en Venezuela y de la Directora Regional de Venezuela no consiguieron el efecto pretendido. Pues, si bien no habían facilitado al Deán de Extranjeros de la Universidad de California el curriculum solicitado, le habían proporcionado la suficiente información como para que supiera ahora con seguridad que Mª del Carmen había sido numeraria, residido en Casavieja (la sede de la Asesoría Regional de Venezuela), y realizado “estudios internos” en la Obra. Y esto suministraba a Carmen Tapia un punto de apoyo que le permitiría reanudar sus gestiones...



La ocasión para reemprender una nueva ofensiva frente el bunker de Escrivá se la brindó a Tapia el viaje que habría de realizar con motivo de un Coloquio Filosófico organizado por el Profesor E. Castelli en Roma en los primeros días de enero de 1974, en razón de que ella trabajaba en la Universidad de California como asistente del Profesor Panniker. Pues Carmen aprovecharía esa breve estancia en Roma para realizar dos importantes gestiones para presionar a Escrivá a fin de que le proporcionara su curriculum: una a través de la Embajada USA en Roma y otra a través del dicasterio vaticano del que dependía la Obra de Escrivá en esos momentos: La Congregación de religiosos e institutos seculares. En esta entrega nos centraremos en la gestión con la Embajada.

 

En efecto, dos días después de que el Deán de extranjeros de la Universidad de California enviara a Sofía Pilo, Directora Regional de Venezuela, la solicitud mencionada en la entrega anterior, el Director del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de California, Mr. Larson, empezó a tomar cartas en el asunto y escribió al Agregado Cultural de la Embajada de USA en Roma, Mr. Braun, para pedirle que recibiera a Mª Carmen, durante su estancia en Roma del 1 al 6 de enero de 1974, y rogarle que la ayudase en lo posible en sus gestiones12.

 

Así lo hizo el Agregado Cultural de la Embajada USA en Roma, quien recibió a Carmen Tapia y, como consecuencia de su entrevista con ella, escribió una carta al Procurador General de la Obra, Daniel Cummings, el 16 de enero de 1974, para comunicarle el deseo del Prof. Larson de recibir los datos académicos de Mª Carmen. Lo más relevante de la carta es lo siguiente:

 

Desde luego no estoy familiarizado con los problemas para obtener esas transcripciones, pero según tengo entendido las dificultades pueden haber surgido porque los registros referentes a la Srta. Tapia no estén ya en Caracas sino en Roma (como se le ha dicho a la Universidad de California). Se me ha dicho que las gestiones previas, tanto en Caracas como en Roma, han dado como resultado la información de que la Srta. Tapia no estaba en la lista de ninguna de esas dos instituciones, pero que estando su expediente en Roma, según parece, sus oficinas podrían tener la información necesaria13.

 

La carta puede parecer confusa. Personalmente, pienso que lo es y deliberadamente: no se olvide que Braun era un funcionario de la embajada y, por consiguiente, experto en decir sin decir. Da la impresión de ser consciente de la poca base de que dispone para insistir en la misma petición. Poca, pero sí alguna: la confusión creada por las informaciones que le habían llegado, unas verdaderas y otras falsas, y la convicción de que las falsas procedían de los responsables de la Obra de Escrivá. Por eso muestra parte de sus triunfos, de modo confuso, pero suficiente como para poner nervioso al destinatario: según tengo entendido... se me ha dicho...no estaba en la lista... esas dos instituciones... según parece...14.

 

Como era de esperar, la respuesta de Escrivá a través del Procurador General de la Obra fue negativa. Así se lo decía unos días después el Agregado cultural de la Embajada USA en Roma al Profesor Larson en carta del día 29 de enero de 1974, en la que le adjuntaba su petición a Cummings el 16 de enero de 1974, que acabamos de mencionar, y la respuesta firmada por éste el 24 de enero:

 

Mi investigación no ha tenido éxito. Lamento no haber podido obtener nada más útil15.

 

Y es que la respuesta que en esta ocasión había recibido del representante de Escrivá, el Procurador General de su Obra, era muy similar a las que, como hemos visto en las entregas anteriores, había recibido la primera vez -No ha seguido, en esta Institución, curso alguno de Filosofía o Teología- o las aportadas por el Consiliario de Venezuela: No ha cursado estudios en esta Institución y no hay ninguna constancia de que la Srta. Tapia haya seguido cursos de Estudios Religiosos en esta Institución.

 

Sin embargo, en esta ocasión, se conoce que la carta del Agregado Cultural de la embajada había minado la prepotencia con que hasta ahora le habían respondido, pues la respuesta actual era menos contundente que las anteriores, ya que ahora sólo aseguraba que no había constancia de que hubiera completado cursos de estudios:

 

Le escribo para acusar recibo de su carta del pasado 16 de enero, y para informarle de que ni aquí ni en Venezuela tenemos constancia alguna de que la persona en cuestión haya completado cursos de estudios16.

 

Menos contundencia en la mentira, sí. Pero mentira al fin y al cabo. Y cada vez más grave, pues, aunque lo haga de forma más genérica, se reitera por cuarta vez en la negativa a reconocer lo que era de justicia.

 

Éste es el problema que tiene esta Obra de Escrivá: que está marcada por la inmoralidad del maquiavelismo de su fundador. Y como, con mentiras, han conseguido que éste fuera canonizado, sus directivos mienten sin escrúpulo alguno porque su santo fundador así lo hacía.

 

Pero nada de esto puede ser de Dios. El diablo es el padre de la mentira (cfr. Juan 8, 44). Y cuando una organización la emplea como medio para sus fines (engaño a la Santa Sede sobre diversas prácticas nunca aprobadas por ésta; engaño a los miembros sobre sus obligaciones; engaño en el proselitismo, haciendo creer a los candidatos que vienen a santificarse en medio del mundo, cuando luego les van a pedir que dejen el mundo; engaño sobre la dirección espiritual y la confesión; etc.), no puede considerarse cristiana, puesto que Cristo es la Verdad encarnada que murió por dar testimonio de la Verdad.

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12 El texto completo de la carta en inglés puede verse en María del Carmen Tapia, Tras el umbral. Una vida en el Opus Dei, Ediciones B, 2ª ed., 2004, p. 430.

13 Ibidem, p. 431. Es traducción del texto original en inglés. Ahí puede leerse el contenido completo de la carta.

14 Ibidem.

15 Ibidem, p. 432. Es traducción del texto original en inglés. Ahí puede leerse el contenido completo de la carta.

16 Ibidem, p. 433. El subrayado es mío. El texto es traducción del original en inglés. Ahí puede leerse el contenido completo de la carta.

 

 

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