Los sacerdotes del Opus Dei según el Vademecum de Sacerdotes.- alfonso_pm
Fecha Wednesday, 20 February 2013
Tema 070. Costumbres y Praxis


Como desde esta web ya no se tiene acceso a "Vademecum de los Sacerdotes", me permito hacer una aproximación del mismo para quienes no hayan podido leerlo. Quienes deseen tener el original en sus manos, no tienen más que pedírlo en las Oficinas de Información del Opus Dei, cuya autoría, junto a otras 46 obras confiscadas les pertenecen, según sentencia reciente de la juez de lo mercantil.

 

Alfonso_pm
 

Los sacerdotes del Opus Dei según el "Vademécum de Sacerdotes"

         
         
Nota previa

El clero de la prelatura lo forman numerarios y agregados varones que se ordenaron después de pertenecer al Opus Dei. Son aproximadamente 2000, y suponen alrededor de un 2% de los miembros de la prelatura (si contamos a los laicos como tales).

 

Los sacerdotes que están incardinados en una diócesis y de los que a veces se dice que ''son del Opus Dei'' no pertenecen a la prelatura personal, sino a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación de clérigos unida al Opus Dei, de la que forman parte unos 4.000 sacerdotes. De estos últimos no se hablará aquí.

 

En lo posible se ha intentado seguir el propio índice del Vademécum, incluyendo la numeración de los apartados. De ahí que algunos números falten (los correspondientes a aspectos con menos interés).   

Introducción

 

Los sacerdotes que forman el clero de la prelatura son agregados y numerarios varones que fueron llamados por el prelado a hacerse sacerdotes, y que aceptaron esa llamada libremente. Realizan sus estudios sacerdotales en centros o en seminarios del Opus Dei (no en seminarios diocesanos). El Opus Dei se responsabiliza de su sustento (alojamiento, ropa, etc.). Los cargos directivos superiores de la prelatura (prelado, vicario regional, etc.) se reservan a los sacerdotes numerarios...



Los sacerdotes numerarios y agregados viven como los laicos numerarios y agregados, respectivamente: los sacerdotes numerarios en centros de la prelatura, y los sacerdotes agregados con su familia, en residencias, solos, etc. Cuando un sacerdote numerario es ordenado Obispo y ya no puede vivir en un centro de la prelatura, varios numerarios se van a vivir con él a las dependencias episcopales, para ayudarle, con la ''vida de familia'', a mantener el ''espíritu'' del Opus Dei.

 

Una característica muy importante en el desarrollo de la tarea pastoral de los sacerdotes de la prelatura es que su papel en la dirección espiritual de los demás miembros es secundario: el principal les corresponde a los superiores laicos.

 

I. Condición secular de los sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei

Los sacerdotes de la Prelatura son de hecho y de derecho sacerdotes seculares. Sin embargo, para que un sacerdote de la Prelatura acepte cualquier trabajo en servicio directo de las diócesis, aunque sea eventualmente, necesita permiso expreso del Vicario Regional, que es su Ordinario. Si acepta ese oficio eclesiástico debe recibir el sueldo y los derechos correspondientes.

 

I.1 Facultades ministeriales

Las facultades ministeriales concedidas por el Prelado para oír confesiones se extienden a los miembros de la Prelatura y a los socios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, así como también a todos los que viven en los Centros, en general a cuantos pernoctan en una casa del Opus Dei.

 

I.2 Estipendios

San Josemaría dispuso que los sacerdotes del Opus Dei no recibiesen estipendios de Misas o de predicación. Sin embargo, esta prohibición se relajado en los últimos tiempos: pueden aceptar los donativos que les ofrezcan por la predicación (con tal de no pedirlos ellos, y aclarando al que los ofrece que se emplearán como ayuda para los diferentes apostolados de la prelatura. También puede aceptar estipendios de binación si celebra en una iglesia. También se admite que los supernumerarios y los cooperadores encarguen que se ofrezcan Misas por sus intenciones, y que hagan con tal motivo una donativo En estos casos, si el sacerdote puede, cumple personalmente los encargos que le llegan, e ingresan la limosna en su Centro; el resto de los encargos, con la correspondiente limosna íntegra, los transmitirá a la Comisión Regional.

Los sacerdotes de la Prelatura celebran en una casa religiosa, colegio, parroquia, etc., sólo por excepción (y de vez en cuando, nunca habitualmente).

 

I.3 Tratamientos

Si pronuncian una conferencia en un sitio donde es habitual cualificar al conferenciante, hacen constar sus dos títulos académicos civil y eclesiástico: por ejemplo, Doctor en Medicina y en Sagrada Teología.

 

I.4 Vestido y porte externo

Donde se usa la sotana y el traje de clergyman, llevan frecuentemente también la sotana al salir de casa, o al menos alternan una y otra forma de vestir.

El clergyman será de color negro. Excepcionalmente, se usa traje gris oscuro cuando todos los sacerdotes diocesanos —no sólo algunos, ni incluso la mayoría— visten traje gris; y en este caso conviene tener, además, uno negro, y alternarlo con el otro.

Dentro de los Centros los sacerdotes de la Prelatura están con sotana, aunque no hayan de ejercer el ministerio; y esto, incluso en aquellos países donde no sea costumbre llevarla por la calle.

En los sitios o en las ocasiones en que los sacerdotes Numerarios llevan el traje de clergyman por la calle, al regresar a casa se ponen inmediatamente la sotana; con mayor motivo, si van a estar en el comedor, en la sala de estar, o en el oratorio.

Siempre que acuden a un Centro de la Sección femenina —aun cuando por la calle vistan de clergyman—, se ponen la sotana al llegar.

En los Centros de la Sección de varones, alguna vez se puede vestir el traje de clergyman para recibir a una determinada persona.

En las ocasiones en que visten de paisano (excursiones, deporte, etc.) no permiten que les fotografíen.

No se dejan patillas ni bigote.

 

I.5 Relaciones sociales

Se abstienen de hacer visitas innecesarias. Cuando deben hacerlas siguen las indicaciones de la Comisión Regional.

Los sacerdotes deben evitar visitar a mujeres, salvo casos excepcionales —por ejemplo, confesión de enfermas—: y entonces procuran no ir solos, o al menos que haya otras personas en la casa.

También, cuando un sacerdote de la Prelatura desea ver a una hermana suya Numeraria, lo hace en un Centro de mujeres; nunca en la calle, salvo que vayan también con otros miembros de su familia.

No aceptan invitaciones a comer, aunque estén fuera de su residencia habitual y aunque se trate de Supernumerarios o de familias de las personas de la prelatura. Tampoco visitan las casas de los Supernumerarios, ni aceptan compromisos como bautizos, matrimonios, etc.

Los sacerdotes de la Prelatura —aunque sean médicos— tienen prohibido el ejercicio de la psiquiatría.

No entregan fotografías a las publicaciones que van a incluir artículos o trabajos suyos; y cuando resulta estrictamente imprescindible, utilizan fotos de tono ''muy sacerdotal''.

 

II. Su ordenación al servicio de los fieles y de los apostolados de la Prelatura

Los sacerdotes de la prelatura se ordenan especialmente para servir a los demás fieles de la Prelatura y para trabajar en los apostolados del Opus Dei. Por tanto, si tienen problemas de tiempo, recortan su dedicación a otras actividades apostólicas que vayan en detrimento de la atención de las personas del Opus Dei y de las labores apostólicas que tienen encomendadas.

 

II.1 Unidad

Los sacerdotes deben ser instrumentos de unidad dentro del Opus Dei. Ante todo, se esmeran en el ejercicio de la virtud de la obediencia, tanto en la conducta personal como en el desarrollo de su labor: deben realizar su trabajo sacerdotal en conformidad plena con los Directores correspondientes, teniendo en cuenta que también su tarea es un apostolado personal dirigido (como el de los demás miembros de la prelatura).

Los sacerdotes de la Prelatura acuden a los Cursos anuales o Convivencias, y a los cursos de retiro con los demás Numerarios o Agregados.

 

II.2 Servicio a las almas

No deben considerarse "directores espirituales" de las personas que atienden: según el Opus Dei, en la prelatura no existe es figura, ya que la dirección espiritual se ejercita "in actu".

 

II.3 Exámenes post presbyteratum y de facultades ministeriales

Después de recibir el presbiterado, los sacerdotes de la Prelatura hacen cada año, en los cuatro inmediatos a su ordenación, los exámenes postpresbyteratum, que —en su ciclo completo— comprenden todas las materias de los estudios eclesiásticos. Además, para obtener las facultades ministeriales, que concede el Prelado, hacen otros cinco exámenes: el primero, para recibir la facultad por un año; el segundo, por tres años; el tercero, por cinco años; el cuarto, por siete años; el quinto, perpetuas. Como libro base de texto para esos exámenes se usará el Catecismo de San Pío V.

 

II.4 Collationes

Además, los sacerdotes de la Prelatura asisten a las collationes "de re morali et liturgica". Ordinariamente, se tienen catorce conferencias cada año: siete se celebran en meses consecutivos, señalados por la Comisión Regional; las otras siete, repetición de las anteriores, se hacen durante las Convivencias anuales de los sacerdotes. Como regla general, no hace falta que los sacerdotes de la Prelatura acudan a las collationes de la diócesis; a no ser que tengan cura de almas en alguna labor diocesana, y el Obispo así lo disponga.

 

III. Vida de piedad y amor a la liturgia

III.3 Celebración de la Santa Misa

Como aconsejaba san Josemaría, es mejor que lean todas las oraciones de las partes fijas de la Santa Misa, sin limitarse a rezarlas de memoria, como modo práctico de evitar la rutina y las distracciones: si esas oraciones entran también por los ojos, ayudan a poner los sentidos y el corazón en cada una de las palabras.

Para fomentar la piedad de los asistentes y para que todos puedan seguir fácilmente la Misa, si no se advierte otra cosa, en los Centros de la Prelatura se reza el Canon romano.

 

III.4 Otros detalles litúrgicos

Las confesiones de hombres —aunque se hagan en el confesionario, siempre que sea posible— puede oírlas el sacerdote sentado en un simple sillón, con un reclinatorio para el penitente; y procurando que haya —a la altura adecuada— un crucifijo, en la pared a la que va adosado el reclinatorio.

En cuanto a la asistencia de fieles a las bendiciones, en los Centros de varones, ordinariamente, participa al menos un ayudante; en los Centros de mujeres, para la bendición del agua fuera de la Misa, para bendecir ornamentos, etc., no es necesario que esté presente nadie.

 

IV. Dirección espiritual y confesión

IV.1 Dirección espiritual

Para no extralimitarse en las funciones que la prelatura tiene reservadas para ellos, los sacerdotes deben tener en cuenta que en el Opus Dei, la dirección espiritual corresponde, en primer lugar, a los superiores locales, laicos, con los que también los sacerdotes se dirigen espiritualmente; y sólo después, a los sacerdotes de la prelatura, a través de la confesión sacramental. Por eso se espera que los sacerdotes confirmen en todo las directrices que los demás reciban de dichos superiores laicos. También deben hacer que los demás fieles del Opus Dei vivan la confesión sacramental con la frecuencia establecida por san Josemaría.

Además, si alguno no diese a conocer a sus superiores laicos ciertas circunstancias o hechos de su vida y que sin embargo, los comunicase al sacerdote, éste debe procurar que se lo cuente a sus superiores. En algunos casos, el sacerdote debería llegar a ''aconsejarle imperativamente'' (expresión usada en el Opus Dei con un significado entre consejo y orden) que pida la salida de la prelatura.

Los sacerdotes de la prelatura no pueden escribir cartas de dirección espiritual, tanto a hombres como a mujeres. Tampoco pueden escribir cartas a mujeres, si no son de su propia familia y con parentesco muy próximo.

 

IV.2 Confesión sacramental

Los sacerdotes deben tener en cuenta que, para los Centros de la prelatura, el Prelado ha dispuesto que los fieles se confiesen y reciban la absolución de rodillas. También aplicarán este modo en las iglesias confiadas a sacerdotes de la Prelatura, a no ser que el Obispo del lugar prescriba de modo taxativo otra cosa. Además, san Josemaría estableció que si un sacerdote del Opus Dei confiesa a una mujer un lugar distinto del confesionario con rejilla (cosa permitida, en general, por la Iglesia) incurre ipso facto en suspensión ''a divinis'', cuya remisión está reservada al Prelado. Por tanto, los sacerdotes de la Prelatura no pueden acudir a confesar a sitios donde no puedan cumplir esa norma.

 

V. La predicación

Para predicar mejor, los sacerdotes deben consultar con frecuencia los escritos de san Josemaría y del prelado, y las publicaciones —Crónica, Obras, Cuadernos, etc.— donde se desarrollan argumentos ascéticos y apostólicos de acuerdo con el espíritu específico del Opus Dei. Cuando citen textos o ideas del Fundador deben mencionar su autoría.

En las meditaciones, charlas o clases doctrinales, los sacerdotes no admiten discusiones, bajo ningún concepto.

 

V.1 Meditaciones

Los sacerdotes de la Prelatura utilizan mucho los escritos del Fundador, y meditan y hacen meditar continuamente su vida.

 

VI. Atención espiritual de las mujeres

Los sacerdotes no asisten a las reuniones del Consejo local de los Centros de mujeres, ni despachan o cambian impresiones con las Directoras locales. Si alguno tiene observaciones o sugerencias sobre esos apostolados, debe hablar con el Consiliario o con el Sacerdote Secretario Regional. Pero en ningún caso puede entrometerse en las tareas de dirección de un Centro de mujeres: sus superiores lo considerarían sería una falta grave.

Podrían, en algún caso muy excepcional, resolver las posibles dudas o consultas sobre la atención sacerdotal (por ejemplo, horarios o cuestiones litúrgicas) muy brevemente (un par de minutos basta y de pie, en una salita) y siempre con dos Numerarias. Si es posible, debe resolver estos asuntos por el teléfono interno, y no en persona. También, si en alguna ocasión lo considera conveniente, para conseguir una mayor unidad de criterio en la labor de formación y de dirección espiritual, la Directora local puede hablar brevemente con el sacerdote —siempre en el confesionario— sobre los puntos que estime necesarios.

 

VI.1 Manifestaciones de delicadeza

Para dirigirse a las Numerarias, los sacerdotes usan el tú. Con las Numerarias Auxiliares utilizan un tratamiento análogo al que les dan las Numerarias. Con las Agregadas, Supernumerarias, chicas de San Rafael, etc., emplean el tratamiento que les parezca más natural.

Los sacerdotes no fuman cuando se encuentran en un Centro de mujeres (excepto en el desayuno, siempre que no esté delante ninguna mujer del Centro).

El que celebra Misa en un Centro de mujeres no desayuna allí, salvo cuando no puede tomarlo en otro sitio y va a continuar después varias horas en ese Centro.

Si por alguna circunstancia un laico del Opus Dei lleva a un sacerdote, en coche, a un Centro de mujeres, no lo deja justo en la puerta, sino en un sitio próximo (para no tener ocasión de relacionarse el laico con las mujeres del Centro).

Cuando predican a mujeres, no deben hacer comentarios referidos a los varones del Opus Dei (por ejemplo, anécdotas, o datos sobre la labor apostólica)

 

VI.3 Confesiones y dirección espiritual

A los sacerdotes se les recomienda que las confesiones de las mujeres de la Prelatura, de todas, sean especialmente breves, ya que la dirección espiritual compete en primer término a las Directoras. Por eso, cuando estima oportuno tratar más detenidamente algunos temas, el sacerdote debe aconsejar a aquella persona que lo comente en la charla fraterna con la superiora.

En los Centros de varones no se confiesa a mujeres; aunque sean niñas y aunque se disponga de confesonario con rejilla.

Para administrar el sacramento de la Penitencia a una mujer enferma que guarda cama, o que, sin guardar cama, la enfermedad o la edad muy avanzada le impide salir de su casa, se deja completamente abierta la puerta de la habitación. El confesor se colocará a la distancia conveniente de la cabecera, y procurará comportarse con especial gravedad. A una mujer que, sin guardar cama, tiene algún impedimento físico para acudir al confesonario, la puede atender excepcionalmente en la sacristía o en una sala de visitas. En ese caso, se utiliza siempre una rejilla portátil y la puerta de la habitación se deja completamente abierta.

Los sacerdotes siempre evitan tener que confesar a mujeres a horas avanzadas.

Si alguna penitente consulta a un sacerdote joven algún problema moral que exija tratar materias relacionadas con el sexto mandamiento con detalle, le exigirá, amablemente, que se limite a lo que es indispensable para la confesión, y la remitirá a un sacerdote anciano, si desea descender a otros detalles. En el caso de que la penitente insista en hablar sobre esos aspectos, se negará con firmeza, llegando a interrumpir la confesión, si es preciso.

Los sacerdotes de la Prelatura atienden charlas de dirección espiritual de mujeres sólo en el confesionario. Bajo ningún pretexto admiten conversaciones en otro lugar. Por esto, si dan clases de religión o son capellanes en colegios femeninos, sólo en el confesonario tratan individuamente de asuntos espirituales con las niñas o con las profesoras. Resuelven las consultas de las alumnas, de carácter escolar, en pocos minutos, antes o después de una clase, de pie, y nunca a solas. Con las profesoras hablan sobre los temas docentes o pedagógicos en las reuniones previstas del claustro, o en conversaciones ocasionales, estando más de dos personas, por ejemplo, en la sala de profesores, nunca a solas. Si alguna vez un sacerdote tiene que atender a la madre de una alumna, por razones escolares, lo hace en una salita con puerta de cristal transparente, o dejando la puerta abierta.

Los sacerdotes de la Prelatura necesitan permiso del Prelado para dar clase a mujeres o a niñas, fuera de los Centros del Opus Dei.







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