Nuevo Papa.- franciscus
Fecha Friday, 15 March 2013
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Buenos días a orejas, orejones y demás gente del buen vivir. Es mi primera intervención en Opuslibros, aunque, entre nosotros, soy uno de los discípulos anónimos que siguen la web secretamente desde sus inicios, intentando reelaborar mi propia experiencia con las vivencias ajenas. Me he animado "a pedir tanda" gracias a la intervención de Ludovico. Aunque es un tema manido y antiguo, coincido contigo en cuestionar a Escrivá como modelo para la iglesia (desde luego, yo no lo veo, en absoluto, como modelo para mí, sino más bien lo contrario), aunque es indudable que es modelo para el Opus Dei (en gustos no hay nada escrito). A fin de cuentas cada matrimonio se monta su vida en privado como quiere, como sabe o como puede, pero los pactos de alcoba no pueden generalizarse para el común de las parejas. No me parece bien que nos hagan comulgar a los cristianos con ruedas de molino del molinero; pero eso es harina de otro costal. 

He tenido la suerte de no ser nunca del Opus Dei, pero la longa manus del Opus Dei, cuasi onmipresente y omniabarcante en la España conservadora de los años 70, me tocó con su varita mágica por cercanía familiar y continuó en el tiempo. Supongo que soy uno más de los damnificados por los efectos colaterales...



Gracias al Opus Dei me hice sacerdote diocesano. Debo tener un gran ángel protector, porque, entre sus atenciones especiales, está el que nunca me hubiese hecho tampoco de la SSS+. En mi relación con sacerdotes (y numerarios) del Opus Dei he visto de todo (como en cualquier organización), y buena madera sobre todo en los de abajo, en los parias, los que no tocan el poder interno del Opus Dei y no son del alto staff eclesial.

Hace muchos años dejé el sacerdocio fundamentalmente por los escándalos y decepciones eclesiales y uno de los detonantes fue la actitud y el estilo del Opus Dei como tal. Hoy pienso, sin lugar a dudas, que la peor aportación de la España del siglo XX a la historia de la humanidad es la aparición y extensión del Opus Dei que conocemos dentro de las estructuras del poder civil, económico y religioso-eclesial. ¡Yago de la Cierva, a ver si te enteras!, Dios nos llama al crecimiento conjunto y armónico de lo humano y de lo espiritual y no a aferrarnos a los medios y normas ascéticas como tabla de salvación. Dame una norma y te daré un normado, pero no un cristiano. El mundo está harto de las puñaladas con sentido sobrenatural y lo que busca son miradas humanamente limpias, espiritualmente profundas y con empatía divina. No me gustan los bandos de buenos y malos y, por tanto, me parece penoso el documento interno del Opus Dei respecto a quienes formáis Opuslibros. La veteranía me ha enseñado, en cabezas ajenas, que muchas veces los mejores son los que acaban marchándose (con o sin portazos) porque los sistemas rígidos y enclaustrados son incapaces de asimilar el aire fresco y puro. Muchas veces acaban quedando los sumisos, los ambiciosos y gente buena con otras motivaciones buenas, neutras o malas.

A todos vosotros -madre y hermano incluidos-, mi aplauso más sincero por la web. Algún día os escribiré mi historia, interante como la de todos, en lo que atañe a mi relación con el Opus Dei, muy intensa a pesar de mi no pertenencia. Pero no es el momento: aun estoy en la larga fase de ahuyentar fantasmas y de poner a los demonios en su lugar. Ahora simplemente quería compartir con vosotros mi alegría por el nuevo papa, jesuita, con un pectoral sencillo y con un nombre que evoca autenticidad evangélica y renovación eclesial. Me gustó su mirada y su timidez manifiesta y sobre todo que rezara y que hiciera rezar (también desde el silencio). En su primera intervención, me habría gustado que hablara de Jesús y no sólo de la Madonna, pero todo llegará. En seguida pensé que este papa va a cambiar el escenario eclesial, que previsiblemente será un papa alejado de los tentáculos opusinos y que quizás, entre el orden y la limpieza que debe hacer, a lo mejor se atreve a abrir la caja de pandora del Opus Dei, para bien y para mal.

La reacción oficial del Opus Dei ya la sabemos, porque son posibilistas (si no puedes vencer a tu enemigo, alíate con él) y todo serán parabienes de puertas afuera por el nuevo papa, aunque intuyo que quienes mueven los hilos no estarán para lanzar demasiados cohetes ni campanas al vuelo. Entre los militantes del Opus Dei habrá, como en botica, de todo, dependiendo de los sentimientos profundos de sus corazones, que no entienden de colores ni de instituciones. Ojalá el papa Francisco inicie un peregrinaje penitencial al que se incorpore el Opus Dei no de boquilla, sino en espíritu y en verdad. Si eso ha sido posible en los Legionarios, gracias a su caida del caballo, pienso que no existe, a priori, un imposible metafísico en el Opus Dei, aunque para ello el Opus Dei deba dejar de ser el Opus Dei ¿Pido peras al olmo y sigo siendo un ingenuo?

franciscus







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