¡Que nadie os quite la Esperanza!.- Janabenito
Fecha Monday, 01 April 2013
Tema 020. Irse de la Obra


Janabenito: 

 

Hace mucho que, por diversas causas familiares, no he tenido tiempo para participar, aunque han pasado tantas cosas por la página que al menos en mi cabeza si he escrito.

 

Hoy quería contestarle  Pepgras.

 

Creo que tu primer escrito data de octubre de 2012 pero veo que continúas con tu “duda”, hablas de tu amor a la obra y tu intención de salir.

 

Todos, todos hemos sentido un profundo amor a la obra, o a lo que se nos dijo que era la obra, el tiempo solo vino a demostrarnos que no era lo que era, que no teníamos vocación y más tarde que la vocación no existió por lo que no pudimos perderla.

 

Dicen que en el lecho de muerte nadie miente, ¿Qué le pasa pues al prelado del opus que por ley ya está más cerca de la muerte que de la vida? ¿por qué sigue mintiendo? Dice el ya célebre escrito “somos acompañadores en el camino hacia la santidad...



Tú, ¿te sientes eso con respecto a tus hermanos, tus compañeros, tu familia, tus amigos?, yo al menos en aquel entonces y en nombre de la obediencia, los dejé solos. En la obra nos dejaron solos, no solo cuando salimos, si no cuando estábamos dentro, no nos dejaron vivir la caridad, ni la vivieron con muchos de nosotros, nos robaron la esperanza con amenazas de perder a Dios y la salvación de nuestras almas e hicieron tambalear nuestra fe, porque nos confundieron al hacernos creer que la obra era la Iglesia.

Cuando ejerzo de “acompañadora”, no los dejo solos, los amigos no nos dejan solos, la familia no nos deja solos, solo un corazón seco y estéril te deja solo.

Ahora viene un Papa nuevo y hoy nos dice “No dejéis que os roben la Esperanzay nos insiste en que “Dios nos quiere a todos”. Procura tomar pronto una decisión o acabaran robándote la Esperanza y sin esperanza no se puede vivir. Dentro o fuera Dios es Dios y no te va a pasar nada, pues tu vocación era ser santo en medio del mundo y así puede seguir siendo, pero si acabas perdiendo la salud, la paz, la alegría, la seguridad en ti mismo entre otras cosas, no podrás ser feliz ni dentro ni fuera, y Dios nos quiere felices.

Y otra cosa más prosaica, piensa en tu jubilación.

 

Y a los señores del opus dei, no tengo inconveniente en que publiquen los datos que de mi vida tienen, eso si, con nombres y apellidos de aquellas personas que dañaron mi vida, yo no me escondo.

 

Ya en otro plano, la memoria se aviva cuando quiere, he recordado a una numeraria vasca con la que viví, que tenía un hermano jesuita las dos veces que vino a verla pasearon por la acera, una de las veces bajo un chaparrón porque no se le permitió la entrada.

 

Ayer mi numeraria amiga me decía, ante mis preguntas de cómo llevaban lo de un Papa Jesuita, que estaban muy contentos, que Echevarría había mandado una carta preciosa sobre el Papa, que estaban muy tranquilos porque era un jesuita que no era jesuita. Ahí queda eso, ellos a lo suyo, ser pero no ser, ceder sin conceder, dar pero sin dar, amigos pero sin amistad, pobres pero con riquezas…

 

Ella dice que estoy equivocada, que me quedé en la época de los (que entonces éramos) cofundadores, que ahora la obra ha cambiado mucho. Le di la razón, ahora ya nadie sabe lo que es la obra, a lo que me contestó que ahora se insiste mucho en vivir la “esencia”. Como es lógico le pregunté ¿Y qué es la esencia? Me contestó simplemente: “no lo sé, después de mas de cinco décadas no lo sé”.

 

En cuanto a que todos salimos contentos y agradecidos… Cierto, eso es lo que de nosotros tienen por escrito, en mi caso concreto a la tercera carta, que por desesperación escribí casi al dictado. Yo no me fui contenta ni agradecida aunque lo escribí y lo firmé, es más llevo 32 años esperando la llamada para explicarme por qué me echaron, nunca me amonestaron, nunca me dieron una explicación. Yo no me fui contenta ni agradecida, me fui con una terrible desesperación por haber defraudado a Dios hasta el punto de que me quitara la vocación y sin saber qué había hecho mal, tan solo que las directoras habían visto en la presencia de Dios que no tenía vocación, cuando quince años antes esa vocación también para ellas, era tan grande como un piano. No, no me fui ni contenta ni agradecida.

 

Y… D. Javier y otros, a mí me daría miedo que cuando Dios me llame me encuentre con las manos vacías, y parece que la obra y muchos de sus hijos se les escaparon por entre los dedos de las manos. El que los escritos estén en Internet es prueba de esto, porque han salido de dentro. La tristeza que reina en muchos de sus centros, es prueba de esto y prueba de esto es que no tengan vocaciones.

 

No soy nadie pero tienen mi perdón, si en algún momento son capaces de pedirlo a nivel institucional. Las personas están perdonadas, no se puede censurar al que actúa de buena voluntad, aunque como yo, vivieran engañadas. Y termino, aunque solo fuésemos 5 ¿por qué se repiten las mismas historias en los cinco continentes?

 

Julia







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