Sobre la conciencia. Para Andrómeda.- Ottokar
Fecha Friday, 05 July 2013
Tema 060. Libertad, coacción, control


Querida Andrómeda,

Me ha impresionado mucho tu testimonio "Aniversario de mi falsa fidelidad". Después de varios años de leer Opuslibros pensaba que ya nada me sorprendería sobre la forma de actuar del Opus Dei, pero veo que me equivocaba. Como yo no llegué -gracias a Dios y a un buen amigo- a hacer a fidelidad, no pensaba que la presión y la coacción que se lleva a cabo para hacer pitar a los adolescentes se repitiera de esa forma con personas ya más maduras y para un compromiso tan serio como en el que en una orden religiosa serían los votos perpetuos.

Ha coincidido que he leído tu artículo pocas horas después de haber leído la predicación del Papa Francisco durante el Angelus del pasado domingo en la que habla sobre la conciencia. En el enlace puedes leer el texto completo, pero quiero destacar algunos de sus párrafos:

"Jesús también les dice a sus discípulos, encargados de precederlo en el camino hacia Jerusalén para anunciar su paso, que no impongan nada: si no encontrarán disponibilidad a recibirlo, continúen, vayan adelante. Pero Jesús no impone jamás, Jesús es humilde, Jesús invita. Si tú quieres ven. Y la humildad de Jesús es así. Él nos invita siempre. No impone.

Todo esto nos hace pensar. Por ejemplo, nos dice la importancia que, también para Jesús, tuvo la conciencia: el escuchar en su corazón la voz del Padre y seguirla. Jesús, en su existencia terrenal, no estaba, por así decirlo, condicionado por un “control remoto"

(...)

"Y Jesús era libre. En aquella decisión era libre. Jesús a nosotros los cristianos nos quiere libres como Él. Con aquella libertad que viene de este diálogo con el Padre, de este diálogo con Dios. Jesús no quiere cristianos egoístas, que sigan el propio ‘yo’, que no hablan con Dios, ni cristianos débiles, cristianos que no tienen voluntad, cristianos a control remoto, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse con la voluntad de otro, y no son libres. ¡Jesús nos quiere libres! Y ¿dónde se consigue esta libertad? En el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, no sabe escuchar a Dios en su propia conciencia no es libre, no es libre.

Por eso debemos aprender a escuchar más a nuestra conciencia. Pero ¡atención! Esto no significa seguir el propio yo, hacer aquello que me interesa, que me conviene, que me gusta… ¡No es esto! La conciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es el lugar interior de mi relación con Él, que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender el camino que debo recorrer, y una vez tomada la decisión, a ir adelante, a permanecer fiel.

Nosotros hemos tenido un ejemplo maravilloso de cómo es esta relación con Dios en la propia conciencia. Un reciente ejemplo maravilloso, el Papa Benedicto XVI nos ha dado este gran ejemplo. Cuando el Señor en la oración, le ha hecho comprender cuál era el paso que debía dar. Ha seguido, con gran sentido de discernimiento y valor, su conciencia, o sea la voluntad de Dios que hablaba a su corazón. Y este ejemplo de nuestro Padre nos hace mucho bien a todos nosotros, como un ejemplo que debemos seguir."

Un abrazo,

Ottokar









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