La historia
que a mí me llegó, sobre lo que preguntó Atlast,
era que el numerario en cuestión, director de un colegio de varones (de esos colegios
que no son pero son...), se había enamorado de una madre viuda que mandaba a
sus hijos allí y se habían ido los dos de la obra provocando un gran
escándalo... abandonando su vocación y haciendo traición a la obra, pero una
traición mucho más grande ya que además luego pusieron un colegio!! Ahora me
dan ganas de reír !!
Con una de
las dos vocaciones recientes, hijas de la supernumeraria, coincidí en mi primer
curso anual (donde MMZ
era del consejo local!), luego nunca más la vi... nadie me habló de ella ni me
contó que la habían echado de la obra por el casamiento de su madre.
Cuando yo me
casé, mi marido quiso pedirle a un sacerdote numerario que nos casara. Para
evitarle las consultas del caso, directamente fue a uno de los directores de la
delegación de mi ciudad que, por supuesto, se ocupó de darle el NO rotundo... El
padre fulano no nos podía casar.
Aprovecho
para decir junto con MMZ
que en mi país Argentina, se vive como se vivía en la obra... Hace rato que
estoy dándole vueltas al tema... Creo que estamos tan tristes y deprimidos,
empastillados, amargados, con miedo y un largo etc., como cuando estábamos en
la obra. La falta de libertad es lo que revienta las ilusiones, convierte la
vida en un infierno...Me he sentido igual que ahora en mi país sólo cuando
estaba en la obra y esta enfermedad agónica que es la falta de libertad que mata
cualquier esperanza de ser feliz, en el único lugar donde había estado así, tan
mal, fue en el opus dei.
Un saludo
para Calandria que me parece que está absolutamente psicofarmacopeada, alienada
y con el estómago bien lleno, abrigadita en casa en las noches de invierno y de
día trabajando en lo que le gusta y vistiendo ropa de marca, en medio del mundo...
sin sentir ninguna necesidad fisiológica ni darse cuenta del dolor de sus
hermanas... Nos decían cuando estábamos ahí que cada una debía ser una madre
para sus hermanas...
Saludos a
todos
Gabi