Quienes estuvimos allí sabemos del aniquilamiento personal.- Sergio Armando
Fecha Monday, 21 October 2013
Tema 077. Numerarias auxiliares


Estimados todos,

No podía dejar de escribirles aunque sea unas líneas para agradecer la mención y los ánimos enviados por Carmen Charo, Heraldo (en privado), class y Josef Knecht. (Espero que no se me escape ningún otro, porque no es que haya podido leer todos los envíos de los últimos días). Dios se los pague!

Leo algunos de los testimonios enviados cada día y no dejo de estremecerme, me parecen tan inverosímiles como a la mayoría de las personas que no han tenido esta horrenda experiencia de “la obra” y que no les cabe en la cabeza que algo así pueda estar sucediendo en nuestra Iglesia.

Cuando al contar mi experiencia o la de personas cercanas se trivializa o no se le da crédito, me doy cuenta que apenas haberlo sufrido en primera persona te hace ver lo grotesco y antievangélico que es este… grupito de personas... gracias a Dios un grupo muy minoritario de lo que es la realidad eclesial…y siempre bien localizados: pasillos curiales, los “altos” círculos empresariales y los casonas de ricos en zonas privadas. (v.gr. La escandalosa comisión regional construida en la ciudad de México).

Con estupor he leído en esta página el testimonio de Maripaz, una exnumeraria auxiliar española y le preguntaba a un sacerdote exnumerario si él había sabido de estas situaciones cuando atendía a las auxiliares. Su respuesta fue positiva, pero no podía hacer nada porque lo sabía bajo el secreto de la dirección espiritual o la confesión. Qué terrible!

Así mismo, varios compañeros sacerdotes diocesanos me han platicado de las “redadas” y “artimañas” de las que se valían (o se valen) en los pueblos pobres de los estados de Oaxaca y México para llevarse a jovencitas vendiéndoles la “vocación a las labores domésticas”. Gracias a Dios varias de ellas han regresado a casa (la auténtica CASA) aunque con mucho que sanar espiritual y emocionalmente.

Solo quienes hemos estado ahí podemos entender el aniquilamiento total de la personalidad que se sufre y el secuestro de la propia conciencia y capacidad de decidir, como para poder darse cuenta y tener la fuerza de huir. A veces, solo después de muchos años de mal vivir se tiene la osadía de arriesgarse “a estar en contra de la voluntad de Dios manifestada en los directores” para descubrir la belleza de un verdadero Dios Padre que no se las cobra contigo, de una Iglesia riquísima en sus manifestaciones y de unos hermanos que te quieren con autenticidad y no con la formalidad de una familia que solo existe en el imaginario de “la obra”.

Abrazo a todos!

Sergio Armando









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