Opuslibros - Ni sigilo ni respeto a la intimidad.- Gustavo

Feliz Navidad y otros.

Estimados Orejas:

Ante todo muy Feliz Navidad para todos Uds. y para todos los que hacen posible esta página. De más está decir que la leo casi a diario desde que la descubrí en la web.

Como siempre me ha gustado la entrega de Satur y lo que allí dice es completamente cierto, aunque no concuerde del todo en cuanto a que los informes que se mandan son casi todos iguales de "cortar y pegar" y que es muy difícil saber de quien se habla en los mismos.

Digo esto no sólo por haber pertenecido a consejos locales (y haber redactado informes) sino también por haber visto uno propio. Casi me muero cuando encontré un día en un ordenador de un centro en el que vivía un archivo no sólo con mi informe sino con el de varios de la casa. Era muy simple y fácil saber quien era quien, ya que, si bien no decían nombres, daban datos personales como la edad o que eran estudiantes de tal o cual cosa . Si, ya se, no me correspondía leerlos, lo reconozco. Sin embargo me ayudo a ver mas claramente lo que yo hacia con los informes que redactaba respecto de mis dirigidos y como eso se terminaba transformando a la larga en un "tráfico de información personal" muy lejos de cualquier tipo de sigilo (sacramental o no).

Una vez -a poco de pitar - le recriminé a un sacerdote de la obra el haberle contado cosas que yo le había dicho a mi director. El sacerdote -muy suelto de cuerpo- me contestó que una cosa era lo que se decía en la confesión y otra lo que se hablaba en la "charla previa". Que lo que se decía en la "charla previa" no era sujeto del sigilo. A partir de allí deje de hablar con el sacerdote y sólo pasé a confesarme si bien, como también agrega Satur, el sacerdote podía sugerirle al director que me preguntara acerca de tal o cual cosa. Como verán también - indirectamente y siempre con el "fin de ayudar a las almas" - se terminaba violando dicho precepto.

Por último, en las reuniones de consejo local se hablaba de todo "a calzón quitado" pero siempre con respeto, cosa que no existía para nada cuando de los que se hablaba era de los chicos de San Rafael. Al parecer ellos eran menos "gente" que los de "casa" y se les debía menos respeto y cuidado.

Tengo que reconocer que esto terminó por asquearme y que esta falta de cuidado a la intimidad de los demás ( que las depositaban en nosotros con toda confianza) fue uno de los motivos más importantes de mi alejamiento del opus.

Nuevamente, Felices Fiestas para todos .

Gustavo